Los ajustes que acaban de anunciar algunas de las entidades más importantes de nuestro país como Santander o BBVA son la consecuencia lógica de la transformación digital que está viviendo la banca, al igual que el resto de sectores económicos. La penetración de Internet y de la telefonía móvil ha generado una revolución en los […]
Dirigentes Digital
| 08 abr 2016
Los ajustes que acaban de anunciar algunas de las entidades más importantes de nuestro país como Santander o BBVA son la consecuencia lógica de la transformación digital que está viviendo la banca, al igual que el resto de sectores económicos. La penetración de Internet y de la telefonía móvil ha generado una revolución en los hábitos y preferencias de los consumidores, cada vez más acostumbrados a interactuar a través de medios digitales. Los servicios financieros tampoco se han librado de tener que ofrecer sus servicios en cualquier momento y lugar.
Nuevo entorno competitivo
Al mismo tiempo, startups de alto componente tecnológico han irrumpido en el sector financiero aprovechando la brecha existente entre las nuevas demandas de los clientes y los servicios, en ocasiones obsoletos, que ofrecen los bancos tradicionales, lastrados por el peso de su regulación, estructura y cultura corporativa. Estos nuevos competidores, conocidos como compañías fintech, desagregan la cadena de valor de los bancos al especializarse en distintos componentes: pagos, cambio de divisas, crédito, acceso a los mercados de capitales, asesoramiento financiero, etc.
También están haciendo su incursión en el sector financiero algunas de las mayores compañías tecnológicas como Google o Apple, ofreciendo servicios financieros, principalmente en el ámbito de los pagos y el crédito, como complemento a su negocio central. Según un estudio realizado por los expertos de BBVA Research sobre la transformación digital de la banca, "al operar globalmente y contar con un gran número de clientes, estas compañías pueden beneficiarse de importantes economías de escala". Los bancos, sin embargo, apuntan estos analistas, está respondiendo al reto de la digitalización con distintas aproximaciones y a distintas velocidades, dependiendo de las circunstancias de partida de la entidad.
Deloitte predice que durante este año, el número de personas que utilizarán un sistema de pago táctil de terceros para hacer compras en sus dispositivos móviles aumentará un 150%, hasta alcanzar los 50 millones de usuarios habituales. Autorizar la operación desde un smartphone simplemente requiere la aplicación de la huella dactilar o tocar la pantalla. En esta dirección deben trabajar todos los bancos en 2016.
Los clientes han pasado a ser el foco, como advierte Alfredo Redondo, CEO de Altitud Software, para quien "antes los clientes se adaptaban a lo que decían los bancos, que marcaban tendencias; hoy la empresa es quien tiene que seguir las tendencias que marca el cliente". Bancos como BBVA, Sabadell, CaixaBank y Santander son destacadas referencias en términos de banca digital, ya que han conseguido capitalizar las oportunidades que esta nueva era digital ha puesto a su disposición, posicionándose de esta forma como la mejor opción pasa sus actuales y nuevos clientes.
Aunque este proceso ha requerido de fuertes inversiones en tecnología, lo que ha ocasionado bajos índices de eficiencia (gasto ‘vs’ ingresos). Según Francisco Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG España, "lo fundamental es la transformación del modelo de negocio para hacerlo más eficiente con menos costes y más ingresos".
Según el informe ‘Los retos de la banca 2020’, de la consultora PwC, las prioridades del sector bancario para los próximos seis años son: desarrollar un modelo de negocio centrado en el cliente, optimizar la distribución, simplificar los modelos operativos y de negocio, saber enfocar la información como una ventaja competitiva, fomentar la agilidad e innovación, y gestionar proactivamente los riesgos, la regulación y el capital.