Los robots ya están aquí

Los primeros robots móviles autónomos (los que conocemos como autómatas gracias a las novelas de Isaac Asimov y las películas) vieron la luz en 1948 en Bristol (Reino Unido). El doctor William Gray Walter fue su padre y las criaturas fueron bautizadas como Elmer y Elsie. Eran pequeñas máquinas, poco más grandes una mano humana, capaces de reaccionar ante señales de luz mediante sensores fotoeléctricos. Hoy, setenta años más tarde, la robótica ha dado grandes pasos, pero probablemente mucho menos de lo que los pioneros en este campo habrían pensado. Para empezar, están descartados al menos durante varios siglos, los robots humanoides capaces de tener sentimientos. Terminator y Blade Runner han provocado cierta confusión en el gran público en su concepción de este campo. El gran desafío real se sostiene sobre tres áreas fundamentales: el uso industrial, las aplicaciones de uso doméstico y la interacción de las máquinas con los humanos. Sin olvidar campos como la medicina y la industria aeroespacial. Qué tipo de robots sí podemos conseguir Se espera que las innovaciones de la próxima década ayuden a dar un paso cualitativo. La potencialidad del Big Data y el Internet de las Cosas, unidas a numerosos avances en el campo de la ingeniería pueden ayudar el salto definitivo. De momento, ya existen robots capaces de actuar con verdadera inteligencia y aprender de los humanos en marcos específicos. El desafío: que sean capaces de aprender en entornos más genéricos y lo hagan de forma autónoma. Ya hay muchas empresas trabajando en este campo, y los resultados ya comienzan a ser extraordinarios. Puede leer el reportaje completo del número de abril de la revista Dirigentes siguiendo este enlace.