Detrás de las mayores catástrofes naturales hay todo un negocio para el mercado de los seguros. Además, también hay que hacer una distinción entre los países desarrollados y los no desarrollados a la hora de enfrentarse a estos "imprevistos". Según un informe publicado por el Banco Mundial (BM), "la intensidad y cantidad de los daños […]
Dirigentes Digital
| 21 nov 2014
Detrás de las mayores catástrofes naturales hay todo un negocio para el mercado de los seguros. Además, también hay que hacer una distinción entre los países desarrollados y los no desarrollados a la hora de enfrentarse a estos "imprevistos".
Según un informe publicado por el Banco Mundial (BM), "la intensidad y cantidad de los daños provocados por desastres naturales aumentaron durante la pasada década en todo el mundo, afectando por igual tanto a los países desarrollados como a los en desarrollo. No obstante, los países emergentes fueron los más golpeados, sufriendo pérdidas del 7% de su producto interno bruto (PIB) sólo entre 1977 y 2001".
Es aquí donde más se notan las diferencias, ya que en hace unos años "sólo el 3% de las pérdidas potenciales de los países en desarrollo están aseguradas, comparado con el 45% en países desarrollados", según añade el Banco Mundial.
Los desastres causan verdaderos estragos en las finanzas públicas si son los gobiernos lo que se tienen que encargar de cubrir los costes de la reconstrucción y de las situaciones de emergencia. Además, un gran número de países no puede permitirse acceder a los mercados internaciones para tener cobertura contra estas catástrofes.
Tal y como señala el BM, "primas de seguro elevadas y volátiles, contratos complejos y capacidad limitada de la industria aseguradora para absorber riesgos extremos bloquean el acceso de muchos países a los mercados internacionales de seguros".
Para evitar esta situación, el organismo internacional creó el programa "multi CAT" para asistir a países en desarrollo. Este programa funciona como bonos soberanos y "obligaciones catástrofe" y, entre 2003 y 2013 se emitieron unos 40.000 millones de dólares que cotizan en un mercado especial conocido como CATEX (Catastrophe Risk Exchange).
Huracán Katrina (2005)
El huracán que arrasó el Atlántico en 2005 ha sido el que más daños económicos ha causado hasta la fecha. Es el sexto huracán más intenso de los registrados en el Atlántico y en el que fallecieron más de 1.800 personas tras el huracán y las consiguientes inundaciones. La cifra total de daños materiales se ha estimado en una horquilla que va desde los 150.000 millones de dólares hasta los 80.373 millones, según Bloomberg.
Las zonas afectadas por el huracán fueron Bahamas (donde se formó), Florida, Cuba, Luisiana (especialmente en el área metropolitana de Nueva Orleans), Misisipi, Alabama y la mayor parte de la costa este de Estados Unidos. De hecho, el fallo de las protecciones de Nueva Orleans está considerado como el mayor desastre de ingeniería civil de la historia del país.
Terremoto y tsunami en Japón (2011)
El segundo mayor "desastre" para las aseguradoras fue el terremoto y posterior tsunami que afectó a Japón en marzo de 2011. Con el epicentro en el océano Pacífico, frente a la costa de Honshu, el terremoto creó olas de maremoto de hasta 40,5 metros.
Los 6 minutos que duró el terremoto causó casi 19.000 muertos y tuvo un impacto económico de 37.665 millones de dólares. Los efectos aún se sienten en la economía de Japón, muy dependiente de la energía exterior tras el desastre en la central nuclear de Fukushima.
Huracán Sandy (2012)
En octubre de 2012, el huracán Sandy, que afectó a Colombia, Venezuela, Haití, República Dominicana, Jamaica, Cuba, Bahamas, Bermudas, Estados Unidos y Canadá. Aunque el mayor impacto lo recibieron en Estados Unidos. Dejó 237 víctimas y 36.890 millones de dólares en pérdidas económicas.
A pesar de todo, según el estudio Global Insurance Market Quaterly Briefing, elabora en 2013 por Marsh, la industria aseguradora no subió las primas a pesar de causar pérdidas significativas en algunas aseguradoras.
Por su parte, la agencia de calificación Standard & Poor’s señaló que "el evento no pondría en peligro a la capitalización de las compañías de No Vida, aunque sí afectaría negativamente las ganancias del cuarto trimestre".
En la misma línea fue el Huracán Andrew, que exacto en 1992 las costas de Estados Unidos y Bahamas causando pérdidas económicas por valor de 27.594 millones de dólares.
Atentado terrorista 11-S (2001)
Uno de los hechos más impactantes de las últimas décadas fue el atentado terrorista que sufrió Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono causaron 2.928 víctimas y una pérdidas económicas de 25.664 millones de dólares.
Las aerolíneas y el sector de las aseguradoras fueron los sectores más afectados. Pero, además, el atentado provocó gastos "extra" como un aumento del presupuesto del Gobierno destinado a seguridad.