Los traspiés de las previsiones económicas

Una de las principales misiones de los servicios de estudios de diferentes entidades públicas y privadas es hacer cálculos sobre crecimiento económico. Antes de finalizar el año, realizan previsiones en función del crecimiento que creen que tendrá España en su mayoría mientras que tan solo algunas se aventuran a predecir la progresión de la Unión Europea. En general, las previsiones se realizan a finales del tercer trimestre y la tónica general, al menos en los últimos tres años, es que realicen predicciones conservadoras. La Diana de ESADE recoge estos datos y la precisión que tuvo cada entidad al realizar sus previsiones. Para 2015 la desviación media fue de un 1,2% por debajo de lo que creció el PIB, en 2016 se redujo, hasta una diferencia del 0,4%. Este año la distancia vuelve a aumentar hasta las ocho décimas. De esta forma, los organismos más acertados han sido Repsol y Axesor, que pronosticaron un crecimiento de la economía española del 2,6% en 2017. Cerca de ellos quedaron Bankia y la Comisión Europea, con una previsión del 2,5%. En el extremo contrario se encuentra el Centro de Predicción Económica (CEPREDE), que se quedó en el 1,9%, mientras que a tan solo una décima se encuentra Intermoney. Destaca el desacierto del FMI, que previó un crecimiento del 2,1%, un punto por debajo de la tasa real. En el conjunto de los últimos tres años, la entidad que más se ha acercado a las cifras reales es Santander, que se desvía un 0,63%, seguida del Banco de España (0,7%) y BBVA, Bankia, Funcas e ICAE, con desviaciones del 0,73%. Las previsiones más erradas son las de CEMEX (1,3%), OCDE (1,15) y CEOE (1,03%). En cuanto a las previsiones para la zona Euro, las desviaciones son de 1,2%, con respecto al crecimiento real del 2,7%. La Comisión Europea y BBVA fueron las entidades que más se acercaron a la realidad, con un 1,9%. Santander, Caixabank y Bloomberg fueron las organizaciones más alejadas con previsiones del 1,3%, casi un punto y medio por debajo del crecimiento real.