"Por el amor de Dios, abre la puerta. ¡Abre la maldita puerta!", estos fueron los gritos del capitán Patrick Sondheimer durante los últimos instantes del vuelo cuando el copiloto Andreas Lubitz no permitía su entrada en la cabina. Las grabaciones del vuelo recogidas por la Fiscalía francesa revelan un periodo de once minutos desde que […]
Dirigentes Digital
| 29 mar 2015
"Por el amor de Dios, abre la puerta. ¡Abre la maldita puerta!", estos fueron los gritos del capitán Patrick Sondheimer durante los últimos instantes del vuelo cuando el copiloto Andreas Lubitz no permitía su entrada en la cabina. Las grabaciones del vuelo recogidas por la Fiscalía francesa revelan un periodo de once minutos desde que el capitán abandonó la cabina hasta que el avión se estrellara en los Alpes, según las grabaciones recogidos por el diario alemán Bild.
A las 10:27 de la mañana las grabaciones muestran que Lubitz le dijo al capitán que podía abandonar la cabina para ir al lavabo después de que ya hubieran acabado de comprobar el protocolo de aterrizaje. "Ya puede salir", dice Lubitz al capitán en ese momento. Dos minutos después el avión comienza a perder altura.
A las 10:32 es cuando los controladores aéreos tratan de establecer contacto con el avión. Nadie contesta. El capitán comienza a golpear la puerta de la cabina para tratar de entrar según se deduce de los golpes que se escuchan en la grabación. El avión sigue su descenso y el capitán consciente de lo que está ocurriendo trata por todos los medios de volver a la cabina. "Por el amor de Dios, abre la puerta", grita.
A las 10.35 se escucha un fuerte golpe metálico contra la puerta de la cabina. Esto ha sido explicado según los investigadores como golpes de hacha del capitán para tratar de entrar.
El último sonido de la grabación se produce a las 10:36 cuando el capitán vuelve a gritar. "¡Abre la maldita puerta!", exhorta. Tras estas palabras solo se escucha el silencio.
A las 10:40 el avión se estrella en medio de Los Alpes según los registros del vuelo.
El copiloto Andreas Lubitz no habla durante los once minutos desde que el capitán sale de la cabina. Además, durante el descenso ignoró los dos avisos de la computadora para que volviera a recuperar su altitud.