Durante 2009, Lubitz interrumpió su entrenamiento como piloto por varios meses. Cuando lo retomó, le dijo a los instructores de Lufthansa que había superado un período de depresión grave. El copiloto del vuelo de Germanwings fue acreditado para volar aviones comerciales por primera vez en 2012. Bajo las regulaciones europeas, los examinadores deben derivar a los pilotos con problemas psiquiátricos a […]
Dirigentes Digital
| 07 abr 2015
Durante 2009, Lubitz interrumpió su entrenamiento como piloto por varios meses. Cuando lo retomó, le dijo a los instructores de Lufthansa que había superado un período de depresión grave. El copiloto del vuelo de Germanwings fue acreditado para volar aviones comerciales por primera vez en 2012.
Bajo las regulaciones europeas, los examinadores deben derivar a los pilotos con problemas psiquiátricos a la autoridad que otorga las licencias, que podrían restringir la licencia del piloto. La Oficina Federal de Aeronáutica Civil (en alemán Luftfahrt-Bundesamt o LBA) aseguró el domingo que no contaba "con ninguna información" sobre la depresión del copiloto antes de que estrellara el avión.
Ante este debate, Lufthansa apuntó que una cláusula en la nueva regulación, que se introdujo en Alemania en abril de 2013, salvaguardaba determinados certificados de aptitud para volar preexistentes y certificados médicos emitidos por especialistas médicos en aviación. Así, los centros aeromédicos o doctores del sector de la aviación podrían emitir extensiones a tales certificados médicos aun tras la implementación de las nuevas normas, dijo la aerolínea.
"Por eso no se originó un deber general e independiente de remitir a la LBA (esa información médica sobre Lubitz) como resultado del cambio de la posición legal", dijo la aerolínea.
Lubitz, copiloto de la división Germanwings de la aerolínea Lufthansa, habría estrellado deliberadamente un avión en los Alpes franceses, incidente en el que murieron 150 personas. La duda sobre si Lufthansa conocía sobre algún problema psiquiátrico del copiloto podría influir en su responsabilidad en el desastre.
Estimaciones del grupo asegurador Allianz proyectan que las aseguradoras terminarán pagando 300 millones de dólares en solicitudes y en costos vinculados al desastre.