El mercado de Hong Kong fue el primero en caer ese Lunes Negro, 19 de octubre de 1987, en concreto un 45,8%. El “crash” se propagó rápido por Europa y Estados Unidos. El índice de referencia en la bolsa estadounidense, el Dow Jones, se desplomó un 22,6% en un único día, dejándose 508 puntos. Pero […]
Dirigentes Digital
| 19 oct 2016
El mercado de Hong Kong fue el primero en caer ese Lunes Negro, 19 de octubre de 1987, en concreto un 45,8%. El “crash” se propagó rápido por Europa y Estados Unidos. El índice de referencia en la bolsa estadounidense, el Dow Jones, se desplomó un 22,6% en un único día, dejándose 508 puntos. Pero el impacto fue si cabe más grave en Nueva Zelanda donde los mercados perdieron un 60% y en Australia con un 41,8%. También el Ibex 35 se vio gravemente afectado con una caída del 31%. Como cuenta a FUNDS&MARKETS Phil Davis, el CEO de PSW Inversiones & Philstockworld.com, la denominación de Lunes Negro hace referencia originariamente a la gran crisis del 19 de octubre de 1929, cuando se produjo la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos y que dio inicio a la Gran Depresión”. Pero aunque en 1929 se produjo el colapso de los mercados, ninguna otra sesión igualó en envergadura a los descensos sufridos durante el 19 de octubre de 1987. “Esta caída fue el mayor derrumbe porcentual sucedido en un mismo día en la historia de los mercados de valores”, continúa Davis. Como nos recuerda el CEO de PSW Inversiones & philstockworld.com, “el Dow Jones había alcanzado su punto máximo en agosto con los 2.722 puntos y destacaba también el bajo precio del petróleo de hasta el 50% menos respecto al año anterior, algo que ya en verano había empezado a afectar al sector de la energía en Estados Unidos así como en los mercados internacionales”. “Pero lo que desencadenó la incertidumbre en los mercados era si Irán dispararía un misil en uno de nuestros buques petroleros el 15 de octubre (jueves) y otro el día 16 (viernes), lo que nos ponía en pie de guerra”. De hecho, entre el 14 y el 16 de octubre, el Dow Jones ya se había dejado un 10,5%. “Eso nos llevó al fin de semana y, casualmente, Londres estaba cerrado el día 19 lunes por la mañana debido a una terrible tormenta que provocó daños en los tendidos eléctricos, y cuando abrió Wall Street el Dow Jones sufría una fuerte caída del 5% ese día”. El resto de mercados internacionales sufrieron un efecto rebote, asustados, y el Dow Jones tardó casi dos años en volver a los 2.500 puntos. “En general, fue más el pánico que cualquier otra cosa”, comenta Davis. En apenas unas horas, los inversores estadounidenses (grandes y pequeños) perdieron alrededor de 550.000 millones de dólares. Entre los que más perdieron fueron el magnate Warren Buffett (347 millones de dólares), Bill Gates (255 millones) y los propietarios de los almacenes Wal-Mart, la familia Walton, cuya riqueza se redujo en 1.750 millones de dólares en tan solo un día. Otro de los motivos que se achacan a este “crash” fue la nueva tecnología que acababa de implantarse en Wall Street. “Tenga en cuenta que en esa época antes de que existiera Internet las personas eran más propensas a vender por temor a lo largo de períodos más largos de tiempo”, dice el señor Davis. También se culpó al abultado déficit público en Estados Unidos y al repunte de los intereses en septiembre. En agosto acababa de tomar las riendas de la Reserva Federal Alan Greenspan, que elevó los tipos de interés del 5,5 al 6%. Actualmente los tipos están entre el 0,25 y el 0,5% y el precio del crudo se ha recuperado, aunque las tensiones internacionales con China e Irán continúan. Phil Davis ve improbable que se repita el 19 de octubre de 1987. Para él solo la situación internacional sería un motivo para preocuparse ante un nuevo Lunes Negro. “A día de hoy vendemos por temor, pero por lo general los mercados se recuperan muy rápidamente una vez que el pánico desaparece, lo que hace que sea menos probable que haya una caída sostenida (25%) sin ninguna razón de gran peso”, dice Davis. Los otros Lunes Negros Como explicaba nuestro experto, la caída más importante de la historia ha sido la de 1929, el famoso crack del 29. Pero anteriormente se produjo otra caída histórica. Fue en el invierno de 1914 debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. En esta ocasión el indicador más importante de Wall Street, el Dow Jones, se dejaba casi un 25%. Destaca también la de septiembre de 2001, tras los atentados a las Torres Gemelas en el distrito financiero de Nueva York. Seis días después de la tragedia, Wall Street retomaba su actividad con fuertes pérdidas, del 7,1%. En 29 de septiembre de 2008, en plena crisis financiera, el Dow Jones se desplomaba 777 puntos. El Lunes Negro más reciente se produjo en 2015, concretamente el 24 de agosto cuando el fuerte desplome de los parqués en China arrastraba a las bolsas asiáticas y europeas. El pánico llegó también a Wall Street. Al cierre de la sesión el Dow Jones terminaba con una caída del 3,58%, el Nasdaq se dejaba un 3,83% y el S&P 500 retrocedía un 3,95%. Ese día todos los sectores acabaron en negativo: el sector energético perdía un 4,88%, el de materias primas un 4,72 %, y el precio del crudo también sufría un desplome. El costo del barril de referencia en Estados Unidos caía un 5,6% hasta los 38,24 dólares mientras que el del mar del norte, de referencia en Europa, el Brent, perdía un 6,09 % hasta los 42,69 dólares el barril.
