Los indicadores adelantados de actividad del sector manufacturero y servicios, los conocidos PMIs, correspondientes al mes de febrero de Estados Unidos, la Zona Euro y Japón han dejado una imagen mixta… Cierto deterioro al otro lado del Atlántico y sorpresas gratamente positivas en las otras dos regiones, que apuntalaron a una Bolsa que parece imparable. […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2017
Los indicadores adelantados de actividad del sector manufacturero y servicios, los conocidos PMIs, correspondientes al mes de febrero de Estados Unidos, la Zona Euro y Japón han dejado una imagen mixta… Cierto deterioro al otro lado del Atlántico y sorpresas gratamente positivas en las otras dos regiones, que apuntalaron a una Bolsa que parece imparable. En concreto, llama la atención el fuerte avance, especialmente en el área de servicios, en Europa, “reforzando las expectativas de que las economías occidentales continúan recuperándose con solidez”, apunta Link Securities. Sobre la debilidad norteamericana, tranquiliza: “Se mantuvieron en niveles elevados por lo que no suponen un punto de preocupación respecto a la evolución de la economía estadounidense”. De hecho, llama la atención la escalada del PMI Compuesto de la Zona Euro, que marcó máximos de 70 meses. “El promedio compuesto de los dos primeros meses de 2017 se sitúa en 55,2 (53,9 en el cuarto trimestre de 2016), lo que sugiere que el ritmo de expansión de la región entre enero y marzo podría superar el repunte del PIB del 0,4% trimestral registrado a finales del pasado ejercicio”, añade el Departamento de Análisis de Bankinter. Por su parte, John Higgins, de Capital Economics, detalla que la evolución del PMI manufacturero apoya la reciente fortaleza de la Bolsa desarrollada: “El ascenso del 20% que el índice MSCI World acumula en los últimos 12 meses, parece estar ampliamente justificado en el incremento de casi cinco puntos registrado por este indicador (estiman que la lectura definitiva se situará en torno a 54,2)”. Con todo, este experto matiza que “aunque renta variable y economía tienden a ‘danzar al mismo ritmo’, las variaciones en los precios de las acciones y las tasas de crecimiento (que se correlacionan bien con los PMIs) sólo serán similares cuando los márgenes de beneficio y los ratios de valoración con respecto a los resultados son estables”. Y este “no es el caso en el corto plazo, ya que ambos fluctúan considerablemente”. Así, explica que su previsión de que Wall Street registrará un comportamiento plano en los próximos dos años se asienta sobre la idea de que “los márgenes se verán presionados por el incremento salarial y la fortaleza del dólar”, a pesar del ‘sano’ aumento del PIB esperado. Por el contrario, explica, los márgenes y los precios de la Bolsa de Europa y Japón. La firma prevé que el S&P 500 cierre 2018 en los 2.400 (apenas por encima de los niveles actuales); mientras que el Dax lo haría en los 13.000 y el Nikkei en los 22.500, cifras que les otorgan un potencial al alza del 9% y el 16%, respectivamente. “Las perspectivas para las economías avanzadas sigue siendo bastante bueno durante el próximo par de ejercicios, esperamos un crecimiento del 1,8% (1,6% para 2016). Con esto en mente, creemos que la Bolsa de estas regiones seguirá comportándose bien por el momento”, concluye Higgins.