"Mantener la cabeza fría nos ha permitido cerrar el primer trimestre con unas rentabilidades superiores a la de los mercados de referencia, sin erosionar las conseguidas en 2015 e incluso algunas contribuyendo positivamente"; indican desde la gestora de Acciona. La firma capitaneada por Beltrán de la Lastra, logró una rentabilidad del 10% en la cartera […]
Dirigentes Digital
| 07 abr 2016
"Mantener la cabeza fría nos ha permitido cerrar el primer trimestre con unas rentabilidades superiores a la de los mercados de referencia, sin erosionar las conseguidas en 2015 e incluso algunas contribuyendo positivamente"; indican desde la gestora de Acciona.
La firma capitaneada por Beltrán de la Lastra, logró una rentabilidad del 10% en la cartera ibérica durante 2015, y de un 13% en la internacional. Así, en este trimestre las caídas se han limitado al 3,87% en el caso de la cartera ibérica, dejando en el 6% los rendimientos acumulados desde inicios de 2015. Para el caso de la internacional, la rentabilidad ha sido positiva en un 0,91%, elevándose al 14% el acumulado.
"Seguimos aprovechando las oportunidades para añadir compañías a nuestras carteras que ofrecen un elevado margen de seguridad" indican desde la firma. Entre ellas, destaca el sector de materias primas y servicios petrolíferos, aprovechando la caída de estos valores por el descenso en los precios de las materias primas.
"Hemos puesto la liquidez a trabajar y al mismo tiempo deshacemos posiciones en compañías que se han comportado muy bien y cuyo margen de seguridad ya es escaso", insisten, recordando que "seguimos gestionando el riesgo para conseguir una cartera robusta, que no dependan de un único factor, evitando exponer nuestras inversiones a una pérdida de capital permanente pero construyendo una cartera con potencial de revalorización atractivo a largo plazo: +50%".
En su última conferencia anual, los expertos de la gestora también insistieron en su búsqueda de empresas que no se vean afectadas por las políticas monetarias de los bancos centrales, así como compañías cíclicas con potencial de revalorización. Todo ello bajo una condición sine qua non: contar con un margen de seguridad suficiente.