Las negociaciones políticas para formar Gobierno ha dejado aparcado el baile de fusiones que alentaba el Banco de España y el BCE para mejorar los márgenes de las entidades financieras ante la escasa rentabilidad que ofrece los tipos cero. Los organismos reguladores están preocupados porque el difícil contexto económico termine impactando en la solvencia de […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2016
Las negociaciones políticas para formar Gobierno ha dejado aparcado el baile de fusiones que alentaba el Banco de España y el BCE para mejorar los márgenes de las entidades financieras ante la escasa rentabilidad que ofrece los tipos cero. Los organismos reguladores están preocupados porque el difícil contexto económico termine impactando en la solvencia de los bancos ante la escasa capacidad de aumentar el margen del beneficio en el negocio tradicional de captación de pasivo y préstamos. Los dirigentes de las principales entidades han augurado que las operaciones corporativas sucederán pero pasado este año. Nadie da por cerrado el proceso de concentración.
Para el BCE y el Banco de España las fusiones es la fórmula más rápida y fácil para que los bancos ganen tamaño y afronten los ajustes necesarios para ganar rentabilidad. En un reciente informe, Funcas prevé que fruto de un nuevo proceso de concentración el conjunto del sector reduzca en 3.000 el número de oficinas y reduzca en 14.688 empleos.
Desde 2012, el sector ha acometido un duro ajuste de 37.903 a 31.021 oficinas en 2015. Las plantillas se han reducido desde los 231.389 a 194.688 trabajadores, incluyendo prejubilaciones.
"El entorno formado por unos tipos de interés bajos, unos requisitos regulatorios más exigentes y la irrupción de nuevas tecnologías presiona", destacan Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, en el informe. Para los autores los nuevos ajustes irán destinados a la necesidad inaplazable de sanear los balances bancarios y mejorar la salud financiera y la eficiencia de las entidades.
Advierten que la rentabilidad del sector bancario español todavía está por debajo de los niveles sostenibles a largo plazo, "pese a la mejora de perspectivas para el sector, los bancos españoles se encuentran bien posicionados para beneficiarse de la depreciación del euro y del ciclo económico, la rentabilidad del sector aún afronta desafíos y riesgos especialmente relevantes".
Indican que los bancos españoles están obligados a replantearse, reexaminar y rediseñar sus modelos de negocio para aumentar la eficiencia, seguir mejorando su rentabilidad y hacer frente a las nuevas exigencias regulatorias.