No hay manera. Ni los tipos en mínimos, ni las rentabilidades negativas, ni la subida de la inflación han sido suficientes para cambiar los ‘vicios’ en los hábitos de ahorro de los españoles. Es cierto que productos de más riesgo como los fondos de inversión pesan más ahora en el ahorro financiero de las familias. […]
Dirigentes Digital
| 16 mar 2017
No hay manera. Ni los tipos en mínimos, ni las rentabilidades negativas, ni la subida de la inflación han sido suficientes para cambiar los ‘vicios’ en los hábitos de ahorro de los españoles. Es cierto que productos de más riesgo como los fondos de inversión pesan más ahora en el ahorro financiero de las familias. Pero la apuesta por lo conservador limita las rentabilidades posibles en un entorno de tipos en mínimos y subida de la inflación. Cuentas corrientes, depósitos con tipos inferiores a lso precios o fondos monetarios siguen primando en el ahorrador de a pie. El problema no es menor. “Los inversores no son capaces de aguantar los vaivenes del mercado y solo aquellos que sean capaces de dormir tranquilos con sus inversiones a largo plazo pueden optar a mayores rentabilidades”, explican desde una gestora value nacional. Invertir en renta fija a largo plazo ya no parece una opción razonable ante la subida de tipos. Pero la renta variable tampoco parece apta para cardiacos. Tal y como recuerdan desde Inverco, el problema es que la política monetaria expansiva del BCE, y por consiguiente los tipos de interés cero que genera, ha penalizando a instrumentos que históricamente forman parte de las carteras de los hogares, como los depósitos bancarios, y que en un entorno de tipos nulos apenas pueden ofrecer un 0,1% de remuneración anual para los nuevos depósitos contratados (dato de finales de 2016). Y son 850.000 millones de euros los que están invertidos en estos depósitos según datos de la patronal. Ante este entorno, las entidades financieras están optando por buscar soluciones para unos clientes que quieren más retorno de sus inversiones, pero no están dispuestos a asumir el riesgo que ello conlleva. Una ecuación sin duda difícil de manejar. En un reciente encuentro en Madrid, Christian Pellis, Director de Distribución de Amundi, explicaba cómo en 2016 la firma atrajo unos 12.000 millones de euros en su negocio retail, siendo los fondos monetarios los activos más demandados. “Con los tipos negativos, no hay margen para generar grandes retornos, pero los clientes parecen dispuestos a pagar la comisión de gestión por perder algo de su dinero”, advertía el experto. En ese entorno, la compañía está centrando esfuerzos en convencer a los inversores de dar un paso más de riesgo hacia productos de otras categorías, como multiactivos, en las que sintiéndose cómodos, puedan generar retornos positivos. Una de estas estrategias es el Amundi Funds Equity Europe Conservative, un fondo de renta variable con la que la firma busca compañías europeas capaces de limitar las pérdidas en momentos bajistas del mercado, y con un track record que demuestra su capacidad de batir al benchmark tanto en momentos bajistas como alcistas. La clave de su éxito es la selección de activos con una diversificación real de la cartera y, sobre todo, una medición muy cuidadosa de los riesgos. En renta fija, su propuesta es el Amundi Rendement Plus, gestionado de forma flexible con una volatilidad máxima del 4%. Para Santiago Satrústegui, presidente de Abante, “en un entorno de mercados en el que el futuro es cada vez más difícil de predecir, en el que los activos libres de riesgo no dan rentabilidad y la inversión se complica y se ve afectada por los temores a ‘eventos apocalípticos’, el deseo de los clientes de minimizar los riesgos de sus carteras es determinante en sus decisiones”. Pero desde la firma tienen claro que quedarse fuera del mercado puede resultar muy caro. Por eso, han lanzado recientemente el Abante 80% Protección Creciente, un fondo con el que la firma, en colaboración con Morgan Stanley, pretende ayudar a “modular y reducir el riesgo de las carteras”. Se trata de un fondo multiactivo global, con una exposición media a renta variable del 50%. Diariamente se establece una protección del 80% del valor liquidativo máximo del fondo. De este modo, el valor de la inversión nunca podrá caer más de un 20% sobre el máximo alcanzado en cualquier momento. En el mismo sentido se ha empezado a mover Renta 4 Banco entre sus ahorradores más conservadores, con el lanzamiento esta semana de Foncuenta, un servicio para traspasar el saldo líquido en cuenta al fondo Renta 4 Foncuenta Ahorro. El 90% del fondo, gestionado por Ignacio Victoriano, disponible en todo momento. Se trata de convertir al ahorrador en inversor.