La tambaleante recuperación económica y la pérdida de confianza en los bancos centrales, mantienen al mercado en el lado del pesimismo y centrado en los costes que tendría la salida. Y no importa que, según los principales estudios que se han hecho, sea Reino Unido el que más pierda (le costaría a su PIB entre el […]
Dirigentes Digital
| 17 jun 2016
La tambaleante recuperación económica y la pérdida de confianza en los bancos centrales, mantienen al mercado en el lado del pesimismo y centrado en los costes que tendría la salida. Y no importa que, según los principales estudios que se han hecho, sea Reino Unido el que más pierda (le costaría a su PIB entre el 2,5% y el 9% para el período comprendido hasta 2030 frente al 0,3-0,4% de la Zona Euro), pues el ‘precedente’ que se sentaría en un momento de ascenso del euroescepticismo, la devaluación de la libra y sus ‘réplicas’ en el resto de divisas, así como el shock bursátil inicial, asustan y mucho.
En concreto, AXA IM cree que la renta variable europea "podría caer entre un 10% y un 15%"; mientras que Lazard Frères Gestion advierte de una depreciación de hasta el 20% en la divisa británica. Y SYZ AM añade: "Una vez que el tren esté en marcha, no es irracional contemplar la posibilidad de una ruptura del Reino Unido si Escocia pide un nuevo referéndum para abordar su propia independencia e incorporarse a la UE, seguido quizá de Gales e Irlanda del Norte (…) la onda expansiva se extendería a toda la Unión y a la Zona Euro y abriría la Caja de Pandora".
Destaca Natixis AM que la banca, "que supone alrededor del 10% del PIB británico, se vería enormemente afectada", pues se limitaría la capacidad del sistema para acceder a estructuras financieras en la Zona Euro. "La City londinense podría perder una gran parte de la actividad de negociación que realiza en euros. Además, cabe esperar una importante salida de europeos afincados en Londres. Este hecho podría tener una gran trascendencia, ya que, aparte de la actividad estrictamente bancaria, la estructura demográfica cambiará y penalizará la propia dinámica de la economía de Londres y, por tanto, del Reino Unido", explica
Al mismo tiempo, señala su economista jefe, Philippe Waechter, el Brexit constituiría un importante factor de inestabilidad para la Unión, ya que daría al traste con la percepción de irreversibilidad que ha prevalecido desde los inicios de la integración europea. "Mientras que hace un año, la posible salida de Grecia era de naturaleza punitiva, en el caso de Reino Unido la interpretación sería del tipo ‘Ya no quiero vivir contigo’ (…) Es un mensaje mucho más fuerte y podría animar a otros países a dejar la UE".
Yves Maillot, responsable de renta variable europea de la gestora, añade que la salida de Reino Unido podría traer consigo una sacudida en las Bolsa "cuya magnitud resulta difícil de estimar (del 5% al 10% o más) a la vista del probable impacto macroeconómico y los lazos comerciales entre el país y la UE. El enfoque mucho más cauto de los inversores internacionales en lo que respecta a Europa (los flujos en los fondos de Bolsa europea fueron negativos en febrero) es la primera manifestación tangible de este riesgo".
Por su parte, el encargado de crédito, Philippe Berthelot, advierte que "habrá consecuencias en los tipos (a corto y largo plazo) y para todos los títulos de deuda corporativa emitidos en el Reino Unido. Si triunfan los partidarios de la permanencia en la UE, la moneda recuperaría el terreno perdido durante los últimos seis meses y los bonos de los bancos británicos ofrecerían excelentes oportunidades", concluye.
En el caso contrario, de producirse un Brexit, Citi estima que los rendimientos del treasury caerían cerca de mínimos, ante la demanda masiva que se produciría, a su juicio, de bonos estadounidenses en busca de refugio frente a las turbulencias. En concreto, estiman que la rentabilidad del bono a 10 años estadounidense puede hundirse hasta el 1,5%, incluso antes de la votación. Su mínimo histórico lo marcó en 2012 en 1,38%.
Con todo, ‘poniéndole al mal tiempo, buena cara’ si finalmente Reino Unido decide salir de la UE, saldrían ‘victoriosas’ "las acciones ligadas a la salud, como GSK, AstraZeneca, y Shire", apunta Peter Garnry, jefe de estrategia en renta variable de Saxo Bank. Mientras, los analistas de Deutsche Bank consideran que la depreciación de la libra beneficiaría a las exportadoras, recordando que "las empresas del Ftse 100 tienen una cuota de exportación del 80%". Por el contrario, las cotizadas del Stoxx Europe 600 Index, tienen una exposición en ventas a Reino Unido del 10%, recordando que, por ejemplo, los fabricantes de automóviles "podrían ver su beneficio por acción caer entre un 5% y un 14%".
Al mismo tiempo, James Butterfill, director del equipo de analistas de ETF Securities, señala: "Las perspectivas de valoración deprimida de la libra abren oportunidades de compra a medio plazo a medida que la incertidumbre se desvanezca. Históricamente, las fuertes caídas esta moneda han sido preludios de fuertes repuntes. Uno de ellos ha sido frente al euro tras la disminución de la volatilidad después de la crisis financiera y el referéndum escocés".
Finalmente, Capital Economics advierte que a pesar de que el voto se ha inclinado a favor del Brexit en los últimos días, este escenario sería "una gran sorpresa y podría causar importantes ‘olas’ en los mercados financieros". No descartan una rápida caída de la moneda británica hasta los 1,20 y un descenso por debajo del 1,2% para el bono a diez años del país.