Los cancilleres de Argentina, Paraguay y Uruguay llegaron el fin de semana a la ciudad brasileña de São Paulo para reunirse allí de manera urgente con su par de Brasil, Aloysio Nunes, y ejecutar la sanción más extrema prevista por el bloque: la suspensión de un miembro. La medida fue firmada por los fundadores del […]
Dirigentes Digital
| 07 ago 2017
Los cancilleres de Argentina, Paraguay y Uruguay llegaron el fin de semana a la ciudad brasileña de São Paulo para reunirse allí de manera urgente con su par de Brasil, Aloysio Nunes, y ejecutar la sanción más extrema prevista por el bloque: la suspensión de un miembro. La medida fue firmada por los fundadores del bloque ante la escalada autoritaria del gobierno de Nicolás Maduro, en particular tras la formación y asunción de una Asamblea Constituyente cuya legitimidad es cuestionada nacional e internacionalmente Venezuela pasa a ser considerada así una dictadura por el bloque, que ha convocado al régimen al “inmediato inicio de un proceso de transición política y restauración del orden democrático” para su reintegración. La medida es política y no prevé acciones económicas. Los cuatro países mantienen acuerdos bilaterales con Venezuela y cada gobierno podrá adoptar otras medidas, dijo el canciller paraguayo, Eladio Loizaga. Pero no habrá sanciones económicas conjuntas “para evitar aumentar el sufrimiento del pueblo venezolano”, puntualizó el diplomático. Negocios y dictadura Si bien la suspensión es la máxima sanción prevista por el bloque sudamericano, la decisión no afecta a las negociaciones que el Mercosur lleva adelante para llegar a un acuerdo antes de fin de año con la Unión Europea. “Al contrario, es una demostración del compromiso que tiene el Mercosur con valores que la UE defiende particularmente”, le dijo a DIRIGENTES Jorge Faurie, canciller de Argentina, al finalizar la reunión en la ciudad brasileña. “No se es parte del Mercosur cuando no se es democrático. Estamos viendo los muertos y la represión. Decimos basta a la Venezuela dictatorial”, dijo el ministro argentino previamente, en la rueda de prensa en que se anunció la decisión. Ese mismo día, el diario Folha de S.Paulo pasó a tratar a Venezuela como una “dictadura” y a Maduro como “dictador”. “El rápido deterioro de la democracia en Venezuela, con la supresión de poderes, la prisión de opositores, la persecución a la prensa y la represión a las manifestaciones, con más de cien muertos, se consolida ahora con una Asamblea Constituyente para cuya elección se alteraron las reglas”, explica el diario en un texto editorial. Aumenta la tensión Venezuela ya había sido sancionada en diciembre por el Mercosur por no cumplir el Protocolo de Adhesión, una medida de tono más administrativo. El cuadro se agravó después de que Maduro rechazó un pedido del bloque para que el régimen inicie el diálogo con la oposición. La formación de la Asamblea Constituyente y el aumento de muertes terminaron de convencer a Uruguay a firmar la condena, explicó el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa. El país se había mantenido reticente a una postura más explícita debido a diferencias internas en el gobernante Frente Amplio. Esta suspensión emanada del Mercosur se suma al embargo que decretó Estados Unidos el 31 de julio sobre los bienes de Maduro en jurisdicción estadounidense y la prohibición de realizar transacciones con el presidente venezolano. Irán dijo que apoyará a Venezuela para contrarrestar las sanciones norteamericanas.