Los expertos aconsejan a los inversores ser muy selectivos en este segmento de mercado. Para 2016, Europa se posiciona como la región preferida para la firma por sus mejores fundamentales y por el apoyo técnico de las nuevas medidas expansivas del BCE. "Esto contrasta con la dinámica que afecta a los mercados de bonos corporativos […]
Dirigentes Digital
| 23 dic 2015
Los expertos aconsejan a los inversores ser muy selectivos en este segmento de mercado. Para 2016, Europa se posiciona como la región preferida para la firma por sus mejores fundamentales y por el apoyo técnico de las nuevas medidas expansivas del BCE. "Esto contrasta con la dinámica que afecta a los mercados de bonos corporativos con calidad crediticia de EEUU y Asia, dominados en ambos casos por las dudas en torno al impacto de las subidas de tipos", indican.
Explican desde Fidelity que las valoraciones son atractivas a primera vista en EEUU, pero que en Europa se da una mejor combinación de factores. Y a diferencia de 2015, cuando salió mucho papel al mercado, los expertos esperan que en 2016 se produzca una reducción en la oferta neta a consecuencia de la moderación de la inversión empresarial y los "espíritus animales".
Desde la gestora insisten en que en EEUU es donde está más maduro el ciclo crediticio. "El apalancamiento ha superado los máximos anteriores a la crisis, las calificaciones medias se han deteriorado y el crecimiento de los ingresos ha sido negativo durante el último año por la caída de las materias primas y la fortaleza del dólar, que tiró a la baja de los ingresos internacionales", indican. Sin embargo, aún ven motivos para la esperanza. "En el futuro, la pregunta clave es si la mejoría de las valoraciones en 2015 es suficiente para compensar unos fundamentales mayoritariamente débiles y si estos seguirán deteriorándose conforme avance el próximo año", advierten
Del mismo modo, en el mercado europeo, indican que la deuda corporativa está en la parte media del ciclo, pero han aparecido señales de cambio. "Los fundamentales de los bonos con calidad crediticia se deterioraron en 2015, en respuesta a la desaceleración de los beneficios, el aumento del apalancamiento y los descensos de la cobertura de intereses y los márgenes". Para 2016 esperan que el nivel de estímulos monetarios compense los factores negativos, lo que daría un impulso especialmente positivo en el primer semestre de 2016.
Demanda y riesgos
"En el plano de la demanda, los flujos de inversión en bonos corporativos con calidad crediticia fueron ligeramente positivos en 2015 a ambos lados del Atlántico. Sin embargo, las turbulencias que vivió el bund entre abril y junio frenaron en seco los flujos positivos en Europa", recuerdan los expertos. Sin embargo, consideran que la estabilidad en los mercados de tipos de interés será un catalizador importante para el interés del inversor particular, "mientras que los mercados de bonos con calidad crediticia seguirán disfrutando de un buen nivel de demanda institucional como respuesta de "reducción del riesgo" tardía a las positivas rentabilidades bursátiles de los últimos años".
Para Fidelity, el principal riesgo del mercado en euros es que la oferta neta probablemente aumente por las emisiones de los bancos. "El elevado volumen de emisiones de empresas no financieras fue un rasgo distintivo de ese mercado en 2015, lo que ayudó a resaltar la ampliación de los diferenciales. Los "Reverse Yankees" fueron un rasgo destacado, ya que las empresas estadounidenses aprovecharon los bajos rendimientos existentes en Europa", explican.
Del mismo modo, consideran que "la falta de liquidez podría ser un obstáculo para la compresión de los diferenciales". Aunque en la gestora dibujan un panorama positivo para los bonos corporativos con calidad crediticia en 2016, esa liquidez es la gran incógnita. "Las valoraciones están en niveles atractivos desde una perspectiva histórica y cuando se comparan con los riesgos de impago, pero los inversores podrían demandar una prima de liquidez más alta que en el pasado para compensar los riesgos adicionales", advierten, explicando que esto podría mermar la compresión de los diferenciales esperados.