Los problemas de Deutsche Bank entran en la agenda del establishment político alemán. El banco ha dejado de ser un tabú para el Gobierno de Merkel que despachaba los rumores de insolvencia con que era "una entidad fuerte", en palabras del todo poderoso ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Mientras toman cuerpo los problemas de Deutsche Bank más allá de los círculos especializados y la prensa germana comienza a informar de la posición que está tomando el Gobierno. El semanario Focus ha informado que Merkel ha descartado cualquier tipo de ayuda estatal antes de las próximas elecciones de septiembre de 2017.
Las perspectivas de una quiebra del Deutsche Bank rompen cualquier esquema de rescate establecido por Bruselas o Berlín debido a su tamaño. En principio, con la Unión Bancaria europea los rescates bancarios recaerían sobre los
accionistas y bonistas para evitar que los Estados respondan con dinero público. Pero el volumen del banco es tal que no sería suficiente para evitar su colapso.
El semanario destaca que el actual consejero delegado del banco, John Cryan, mantuvo en julio una reunión con Angela Merkel para abordar la situación de Deutsche Bank. La entidad ha tenido que salir al paso de la información a través de la agencia Reuters. "John Cryan no pidió en ningún momento a la canciller alemana que interviniese en el caso de las hipotecas del Departamento de Justicia estadounidense", ha dicho un portavoz de Deutsche Bank. el lunes.
Las acciones del banco marcaban un mínimo histórico de 10,62 euros arrastrando a todo el sector en Europa. En España, los bancos encabezan las pérdidas junto a IAG, y arrastran al Ibex 35 a ceder un 2%. Así, Banco Popular y BBVA se dejan casi un 4%, Santander,
CaixaBank y Sabadell un 3%, y Bankinter y Bankia más de un 2%.
Desde el banco aseguran que el banco ni se plantea ni siquiera una ampliación de capital, "cumplimos con todos los requisitos regulatorios".