México, con el objetivo de rebajar el coste de la producción de gasolina, apuesta por la importación de petróleo. Con la intención de mezclar el crudo ligero importado con el que se produce en el país (de carácter pesado), el Gobierno de Enrique Peña Nieto pretende mejorar el proceso de refinería. De esta forma, México […]
Dirigentes Digital
| 22 oct 2014
México, con el objetivo de rebajar el coste de la producción de gasolina, apuesta por la importación de petróleo. Con la intención de mezclar el crudo ligero importado con el que se produce en el país (de carácter pesado), el Gobierno de Enrique Peña Nieto pretende mejorar el proceso de refinería. De esta forma, México quiere generar gasolina, diesel y gas avión, combustibles de mayor valor comercial.
El volumen de la importación, que podría alcanzar los 100.000 barriles diarios, también intentaría paliar la brusca caída de la producción en México ya que, según Pemex Exploración y Producción (PEP), los principales yacimientos producen ahora 140.000 barriles diarios, una cifra insuficiente para cubrir la demanda.
Esta decisión también se engloba en la reforma energética que está llevando a cabo Peña Nieto y que pretende aumentar el volumen de exportación para llegar a mercados como el indio, el japonés o el de Oriente Medio.
Venezuela
Las razones de Venezuela para lanzarse a la importación de crudo no están tan claras. Con el país al borde del default, la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha informado de "la adquisición puntual de crudo liviano del exterior" ante "la necesidad de utilizarlo como diluente del petróleo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco "Hugo Chávez". Según explica la compañía en un comunicado, las características del petróleo hacen que no pueda ser ni producido ni transportado sin antes ser mezclado con un hidrocarburo de menor densidad.
En este sentido, Venezuela "sufre" el mismo problema que México, necesita mezclar el crudo de carácter pesado con el ligero para que sea apto para la exportación y más rentable ya que, según apunta la empresa venezolana, "la mezcla con crudo liviano produce una mayor rentabilidad que utilizar la nafta, producto que supera el precio del crudo liviano en 30 dólares por barril".
Pero PDVSA incurre en una contradicción, a pesar de que en 2013 ha producido 11.000 barriles diarios menos que el año anterior, asegura que se necesita la importación de crudo "porque la producción petrolífera ha aumentado".
¿De dónde llegarán las importaciones? Venezuela no lo deja claro, pero todo apunta a que llegará desde Argelia y Rusia. Mientras tanto, se intensifican las críticas al Gobierno por la falta de inversión en petróleo ligero. Henrique Caprilesl Radonski, gobernador del Estado Miranda, atacó al Ejecutivo de Nicolás Maduro a través de su blog al indicar que "hemos visto cómo los precios del barril continúan bajando y, lejos de tomas decisiones que deben tomar, salen diciendo que están preparados para afrontar cualquier escenario que pueda presentarse en nuestro país con la caída de los precios del crudo".
¿Una práctica habitual?
Aunque parezca un tanto extraño, esta práctica está bastante extendida. México no suele importar petróleo, pero sí el 50% de la gasolina que consume. En el año 2010, Pemex también barajó la posibilidad de importar petróleo; mientras que en 1974, realizó una importación de 6,2 millones de barriles. Brasil, otro país exportador de petróleo, también compra crudo para abaratar los costes.