Gestión de activos, asesoramiento financiero y clientes. La industria del sector financiero en su conjunto prepara ya la adaptación del nuevo modelo que regulará los mercados de instrumentos financieros, tras dos años de negociaciones desde que la Comisión Europea comenzase a revisar la "primera" MiFID aprobada en 2007 y que, echando la vista atrás, no […]
Dirigentes Digital
| 12 jun 2015
Gestión de activos, asesoramiento financiero y clientes. La industria del sector financiero en su conjunto prepara ya la adaptación del nuevo modelo que regulará los mercados de instrumentos financieros, tras dos años de negociaciones desde que la Comisión Europea comenzase a revisar la "primera" MiFID aprobada en 2007 y que, echando la vista atrás, no supo mitigar los efectos de la mayor crisis financiera global.
La primera consecuencia en la que el consenso coincide es que el mercado europeo será mucho más pequeño una vez la norma entre en vigor. Así lo aseguraba Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, durante su participación en el Madrid Fund Forum organizado esta semana en Madrid. A su juicio, "va a haber menos jugadores en el sector de fondos de inversión".
El experto recuerda que una de las implicaciones de MiFID II será el cambio en los modelos de distribución, ya que uno de los aspectos más debatidos de la norma consiste en la prohibición de las llamadas retrocesiones (parte de las comisiones que perciben los asesores financieros de las gestoras de fondos, por la labor de comercialización) para aquellas entidades que se califiquen como ‘independientes’.
Hay que recordar que para ser independiente, el asesoramiento debe hacerse sobre un amplio rango de productos (no solo los de la casa) y debe abstenerse de aceptar o tener incentivos de terceros. Los clientes recibirán un extenso y detallado informe de asesoramiento sobre el rendimiento y deben mejorar la información sobre fees y comisiones que se van a cobrar. Antes de vender un UCITS estructurados, se debe incluir un informe de asesoramiento apropiado.
"Si la MiFID I generaba costes por cumplimiento para la industria financiera, la versión II pone el acento en el llamado "revenue at risk", lo que implica cuestionar la estrategia y modelo de negocio de estas organizaciones", explican en un reciente documento los expertos de Deloitte.
Otra de las implicaciones directas que tendrá MiFID II en el sector será el de la posibilidad de prohibir el uso de comisiones para retribuir el análisis externo. En un reciente artículo, Mike Mayhew, experto de la firma Integrity Research Associates, explica que fondos de pensiones, aseguradoras e inversores minoristas serán los más beneficiados por esta parte de la norma. "Tanto la FCA como ESMA argumentan que los dueños de los activos han estado pagando comisiones elevadas por análisis externos empleados por los gestores, porque esas comisiones no se han gestionado eficientemente al no estar gastando su propio dinero", indica el experto.
Sin embargo, el Mayhew advierte que la exigencia de la norma para que los gestores de activos paguen de su propio bolsillo estos análisis externos podría traer aparejado un incremento en las comisiones de gestión. Lo único seguro es que esta parte de la normativa también traerá aparejados nuevos costes, a los que solo los más grandes y consolidados podrán hacer frente, dejando la puerta abierta operaciones de compra sobre competidores más pequeños que, si no, se verán abocados a la desaparición ante los elevados costes asociados a la implementación de MiFID II.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Si las gestoras reducen los recursos destinados al análisis externo, los primeros que verán disminuir sus cifras de negocio serán los bancos de inversión y las casas de análisis independientes. Y esto, a su vez, entrará a formar parte de un círculo vicioso en el que existirá una menor cobertura (en lo que análisis se refiere) sobre ciertas clases de activo. Del mismo modo, desde Integrity Research Associates advierten de que "la reducción de la competencia en la industria de gestión de activos también podría dar lugar a un aumento de los gastos de gestión para los inversores minoristas".