La pérdida neta del grupo en el periodo abril-junio ascendió hasta los 129.724 millones de yenes. El resultado bruto de explotación (Ebitda) se redujo además en un 81,9% hasta los 38 millones de euros.

Según ha informado la empresa, el impacto del escándalo destapado hace unos meses por el cual se conoció que el fabricante nipón habría alterado los datos de eficiencia energética de sus vehículos ha golpeado tanto las ventas de Mitsubishi como elevado los costes de la empresa, enfocados a adoptar nuevos controles de calidad sobre las emisiones medioambientales. De hecho, las ventas mundiales del grupo han caído un 16%, hasta las 221.000 unidades.

El beneficio operativo cayó en el primer trimestre fiscal de Mitsubishi un 75,2% hasta los 40 millones de euros. La facturación ha caído también un 14,3% hasta los 3.696 millones de euros.

Las pérdidas han quedado ligeramente por debajo de las previsiones de los analistas, que auguraban, según Bloomberg, una pérdida aún mayor, de 131.000 millones de yenes (unos 1.126 millones de euros).

Mitsubishi ha reiterado su pronóstico de que terminará su año fiscal en marzo de 2017 con un déficit de 145.000 millones de yenes (unos 1.250 millones de euros), lo que significaría la primera pérdida anual de la compañía en ocho años.