Tras el boom de los garantizados, las gestoras vuelven a mirar a los mixtos para renovar su oferta de fondos. Unos productos que, a largo plazo, no consiguen batir a su índice de referencia. Según datos recopilados por Morningstar, de media, los inversores hubieran obtenido mayores rendimientos eligiendo fondos pasivos o construyendo ellos mismos sus […]
Dirigentes Digital
| 24 oct 2016
Tras el boom de los garantizados, las gestoras vuelven a mirar a los mixtos para renovar su oferta de fondos. Unos productos que, a largo plazo, no consiguen batir a su índice de referencia. Según datos recopilados por Morningstar, de media, los inversores hubieran obtenido mayores rendimientos eligiendo fondos pasivos o construyendo ellos mismos sus carteras mixtas en función de su perfil de riesgo. Según los últimos datos de Inverco a cierre de septiembre, los fondos mixtos han registrado este año reembolsos por más de 3.500 millones de euros, mientras que los garantizados han captado unos 2.500 millones de euros. Estos últimos han sido los protagonistas en la oferta de las gestoras en los últimos meses, ante la avalancha de inversores que, por la incertidumbre en el mercado, buscaban, al menos, conservar su capital. Y, desde luego, ante la agresiva campaña comercializadora de las entidades bancarias en esta categoría, en un intento por captar a los ahorradores que a finales de 2015 decidieron desterrar de sus carteras los productos mixtos, líderes en suscripciones en la primera mitad de aquel año. Sin embargo, las gestoras empiezan a mirar de nuevo a los fondos mixtos como fórmula para captar el ahorro de cara a los próximos meses, en un entorno en el que los bajos tipos de interés complican, y mucho, la gestión de la rentabilidad de los garantizados, dificultando además la estrategia de alargar los plazos de vencimiento que en los últimos meses han seguido las gestoras en este tipo de productos. Parece que los fondos perfilados podrían volver a la palestra en este escenario. Pero cuidado. Echando un vistazo a los datos históricos, los fondos mixtos tampoco pueden presumir de grandes alegrías en lo que a rendimientos se refiere. Según datos recopilados por Morningstar, a largo plazo los fondos mixtos no consiguen batir a su índice de referencia. “Sea cual sea la distribución de activos (conservador, moderado, agresivo o flexible), las rentabilidades a largo plazo muestran un peor comportamiento crónico. Este es el caso de los fondos mixtos conservadores desde 2007, es decir desde el inicio de la crisis financiera”, indican con datos de Morningstar Direct. Y la situación se repite en las carteras con perfiles más agresivos. A juicio de los expertos de la firma, esto se debe a los bruscos movimientos ‘risk off-risk on’ que han protagonizado el mercado en los últimos años con unos mercados moviéndose al son de los bancos centrales. O más bien al revés. “Predecir los cambios en la política monetaria se ha convertido en un juego especialmente complicado. Sólo hace falta mirar la actuación de la Reserva Federal en estos últimos 2 o 3 años para darse cuenta de cómo el más poderoso banco central del mundo ha sido cautivo de los mercados financieros y de la publicación de los datos económicos americanos”, indica Jocelyn Jovène en un estudio de Morningstar. “El Banco de Japón también da la impresión de andar a tientas sin haber encontrado una manera de relanzar la inflación. En Europa, después de años de austeridad fiscal, Mario Draghi recordar al que quiere escucharle que él no puede hacerlo todo”, recuerda. A su juicio, el problema más fundamental es que con tipos de interés muy bajos, los agentes económicos han seguido en general endeudándose. “Esto sugiere que el crecimiento económico mundial se mantendrá bajo. Para los especialistas en distribución de activos, confrontados con la caída de rendimiento de las obligaciones, la tarea será aún más difícil”, sentencia.