El nuevo Gobierno de la Generalitat comienza con un duro golpe asestado por Moody’s. La agencia de calificación duda sobre la solvencia catalana y amenaza al nuevo Gobierno que rebajar aún más su calificación, pese a que el bono catalán ya se encuentra en el estado de "bono basura". En un informe emitido en Londres […]
Dirigentes Digital
| 16 ene 2016
El nuevo Gobierno de la Generalitat comienza con un duro golpe asestado por Moody’s. La agencia de calificación duda sobre la solvencia catalana y amenaza al nuevo Gobierno que rebajar aún más su calificación, pese a que el bono catalán ya se encuentra en el estado de "bono basura". En un informe emitido en Londres para sus clientes, Moody’s reduce a "en perspectiva negativa" a los bonos de la Generalitat y ve probable una rebaja en la nota.
Para esta rebaja Moody’s justifica que hay que hacer más esfuerzos para la consolidación fiscal, además de que las tensiones políticas entre Cataluña y el Gobierno central podrían afectar negativamente al clima inversor en la comunidad. Además, Moody’s destaca que la tensión política podría poner en riesgo la financiación desde el Gobierno central a través del Fondo de Liquidez Autónoma, aunque cree que esta posibilidad es "pequeña".
En referencia al nombramiento del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ya ha dejado claro que continuará luchando por la independencia catalana, Moody’s cree que "estos planes pueden afectar negativamente al clima de inversión en la región, y potencialmente, a su capacidad de recaudación". Además, Moody’s advierte de que el incierto resultado tras las elecciones del 20D "hace que sea difícil de anticipar cuál podría ser la eventual respuesta a las aspiraciones independentistas de Cataluña, acrecentando aún más la incertidumbre política".