A comienzos del mes de agosto se conocía el mejor dato relativo a la confianza del consumidor español desde hace más de 10 años. Desde 2004 no se veía que este indicador alcanzase los 105,6 puntos. Sin embargo, la agencia de calificación Moody’s ha explicado en un informe que este dato no implicará que los […]
Dirigentes Digital
| 13 ago 2015
A comienzos del mes de agosto se conocía el mejor dato relativo a la confianza del consumidor español desde hace más de 10 años. Desde 2004 no se veía que este indicador alcanzase los 105,6 puntos. Sin embargo, la agencia de calificación Moody’s ha explicado en un informe que este dato no implicará que los españoles vayan a hacer frente mejor a sus deudas financieras. Y es que la agencia considera que este indicador muestra mejor de forma adelantada la evolución del consumo que el comportamiento de los créditos.
Según Moody’s, cuando cae la confianza del consumidor sí implica un aumento en la morosidad, pero cuando este indicador mejora, no se ve esa relación a la inversa.
Para Moody’s, para que la morosidad vuelva a niveles anteriores a la crisis (ha crecido cerca de 10 puntos desde entonces, hasta situarse actualmente en torno al 12%) es necesario reducir el paro y mejorar los salarios. Las previsiones de paro de la agencia no concuerdan con las expectativas que arrojó el Gobierno de Mariano Rajoy. Mientras, desde el Gobierno auguraron un 22% de paro para finales de año y un 19,7% para 2016, en Moody’s no son tan optimistas. La agencia prevé que el desempleo se mantendrá en el 22,9% este año y en 2017 sólo se reducirá al 21%.
Por este motivo, los ingresos de una parte importante de los españoles se verán estancados durante aún bastante tiempo, y eso dificultará su capacidad de pago de su deuda. "El mercado español es especialmente sensible al desempleo", apunta la agencia. Igualmente, al elevado paro se suma la mayor protección otorgada a la deuda hipotecaria. Ya que si evita pagar la hipoteca puede perder su casa, los españoles tienen predisposición a afrontar este tipo de pagos en vez de sus créditos al consumo.