La agencia considera que la nueva regulación que ha emprendido el país para limitar los futuros rescates en la banca británica supondrá un impacto negativo en sus cuentas. "El factor fundamental para el cambio a negativa de la perspectiva del sistema bancario de Reino Unido es que el Gobierno británico se encuentra en disposición de finalizar la legislación secundaria para aplicar las reformas estructurales relacionadas con el régimen de resolución y ‘bail-in’, así como el marco de delimitación (‘ring-fencing’) correspondiente", explica la firma.
Moody’s apunta que los bancos británicos afrontan también una continuada exposición a cargas por litigios, así como a otros costes que podrían minar su
rentabilidad y erosionar el capital de algunas entidades. Sin embargo, resalta una mejoría de los fundamentales credicitios de la mayoría de los bancos de Reino Unido.
"Además, un incremento gradual de los tipos de interés a lo largo de los dos o tres próximos años contribuirá a reducir el riesgo de una corrección al reducir el crecimiento del crédito hipotecario a la vez que mejora los parámetros de rentabilidad de algunos bancos", profundiza la agencia.