En primer lugar, debemos tener presente que actualmente el mundo financiero se mueve entre las fuertes "fuerzas deflacionistas", que nacieron con la crisis de las hipotecas subprime y sus ramificaciones entre las economías del planeta que aún se siguen sintiendo: desapalancamiento y, ahora, más recientemente presiones en los precios de las commodities. Y la reacción […]
Dirigentes Digital
| 09 feb 2015
En primer lugar, debemos tener presente que actualmente el mundo financiero se mueve entre las fuertes "fuerzas deflacionistas", que nacieron con la crisis de las hipotecas subprime y sus ramificaciones entre las economías del planeta que aún se siguen sintiendo: desapalancamiento y, ahora, más recientemente presiones en los precios de las commodities. Y la reacción "masiva y sin precedentes" de las autoridades mediante políticas monetarias y fiscales donde ha sido posible.
"En estas circunstancias, deflación vs. reflación, lo más importante es que veo que los mercados están siendo un poco asimétricos en la forma en la que están incorporando" los distintos flujos de noticias, explica este experto. Así, señala, los bonos están descontando un "estancamiento secular", el crecimiento no está en el radar de la renta fija, pero "no podemos decir lo mismo de la renta variable, pues las Bolsas están incorporando cierta esperanza en el éxito de las políticas reflacionarias" de los bancos centrales.
Así pues, si echamos un vistazo a los mercados desde diferentes ángulos, podríamos decir que está "un poco esquizofrénico y esto hace las cosas muy difíciles para los gestores de activos", especialmente para aquellos que tratan de diversificar la inversión, a la búsqueda de una rentabilidad que ya no ofrecen los bonos, pero sin sacrificar la prudencia que caracteriza al perfil conservador de los inversores, en su caso italianos, que es muy parecido al de los españoles (cartera media: 70% deuda y 30% acciones internacionales en euros).
La "receta" de Delitala para cosechar retornos aceptables sin que se dispare el riesgo es construir un portfolio con todo tipo de activos, globalmente, "de manera dinámica, bajo el criterio de control de la volatilidad". Un ejemplo de como capturar las subidas, pero limitar las pérdidas, de "dónde vemos valor ahora en el mercado", son los "bonos ligados a la inflación", no sólo para el corto plazo, sino a lo largo de este año porque las "expectativas de inflación han sido muy dañadas". Con todo, reconoce: "Sí, estamos invertidos en Bolsa, pero no podemos exponernos sólo a eso, pues sabemos lo dolorosos que son los cambios de sentimiento en el mercado", y recuerda el comportamiento de la renta variable durante el pasado mes de octubre.
Yellen, Grecia y la "guerra de divisas"
Opina el gestor de Pictet que "descontada la subida de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed), la cuestión ahora es cuándo ocurrira". Recordemos que el consenso del mercado apuesta por que el primer incremento en el precio del dinero se produzca a mediados de este año, aunque, indica este experto, si atendemos al comportamiento del mercado de futuros sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos apunta a enero de 2016.
"No ‘compro’ las declaraciones de Yellen", afirma Delitala, quien considera que quizá la subida de los tipos se produzca en un momento intermedio, como en otoño. Y es que en la evaluación que hace la autoridad monetaria de Estados Unidos hay dos grandes interrogantes: el impacto de la depreciación del crudo (positivo para los consumidores sí, pero habrá que vigilar el impacto en la industria de petróleo de esquisto) y el retraso en el aumento de los salarios.
En cuanto a Grecia, este experto afirma que "de momento, tenemos por delante una negociación, típicamente generadora de volatilidad en los mercados". Considera que la propuesta del Ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis, de un canje por deuda perpetua y ligada al crecimiento "tiene sentido". Pero, añade: "No se puede dar a Atenas flexibilidad sin obtener nada a cambio, tienen que mantener las reformas" y, al hacer referencia a este concepto, matiza que se refiere a la "competitividad".
Ahora bien, Delitala reconoce que "el dogma de la austeridad no está bien tal y como se ha aplicado" y emplea la siguiente metáfora: "Pedir alguien que pierda 40 kilos en un año, puede matarle", y al fin y al cabo lo que Grecia está pidiendo es tiempo: "Desde el punto de vista político, que Europa siga enviado el mensaje erróneo de que la austeridad es lo más importante implica profundizar en una narrativa desastrosa", advierte.
Sobre el mercado de divisas, el gestor de Pictet prefiere hablar más de "guerra de tipos" que emplear el cada vez más generalizado concepto de "guerra de divisas", pues en esta cuestión volvemos a la idea inicial de que las rentabilidades son menores en todas partes.
En su opinión, sería mejor que los bancos centrales y las autoridades mundiales se centrarán en "dejar de robarse pequeñas porciones de crecimiento unos a otros y trabajarán juntos para hacer políticas monetarias y fiscales comunes". Con todo, considera que esta "guerra" continuará este año y, en lo que respecta a la posible paridad del euro con el dólar, afirma que "dependerá del crecimiento de Estados Unidos".
Fuerzas deflacionistas, intervenciones masivas y sin precedentes por parte de los bancos centrales, tensiones políticas en la Eurozona, presión en los precios de las commodities, ausencia de rentabilidad… un contexto complejo en el que como dice Delitala: "No hay que enamorarse de ningún escenario". Así, como gestor su promesa es "hacer todo lo posible para reaccionar de manera rápida y concentrarme en el factor más importante en cada momento"