Comenzamos la vuelta de las vacaciones con un maremágnum de focos de incertidumbre que ha provocado un tono negativo en los mercados y que ha llegado a desatar el pánico en los inversores. El principal foco y sobre el que se han centrado todas las miradas ha sido China, con un descalabro que se iba […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2015
Comenzamos la vuelta de las vacaciones con un maremágnum de focos de incertidumbre que ha provocado un tono negativo en los mercados y que ha llegado a desatar el pánico en los inversores.
El principal foco y sobre el que se han centrado todas las miradas ha sido China, con un descalabro que se iba sucediendo día a día en sus mercados, perdiendo toda la rentabilidad acumulada desde marzo del 2014. Los principales causantes de esta caída han sido el incremento exponencial de inversores atraídos por las altas rentabilidades pasadas y que en momentos de desconfianza han salido del mercado de manera masiva, lo que también provoca el no interés de los inversores institucionales considerándolo un mercado poco atractivo, ya que las dudas que despierta la economía asiática con unos datos débiles en lo que a crecimiento se refiere mostrando una clara desaceleración económica, señalándose tres puntos como los principales causantes de este motivo: mercado inmobiliario, crédito y mercado.
Las actuaciones por parte del Banco Central de la República de China, no han sido suficientes, ni las reducciones de coeficientes de caja ni la bajada de tipos de interés de manera paulatina no han causado el efecto buscado.
Lo que debemos plantearnos es si es adecuado marcar a China como la causa, tal vez deberíamos ser consecuentes y entender que podría ser el efecto. Ya que hay un cúmulo de circunstancias importantes, los focos son bastantes, como comentábamos anteriormente, la desaceleración económica global es el motivo principal y está provocando que veamos una incertidumbre sobre otro tema que ya colea desde que se retiraron las políticas de estilos monetario y no es otro que la subida de tipos de interés por parte de la FED en USA.
Las presiones por parte de instituciones como FMI que alientan a dilatar lo máximo posible la subida de tipos, ya que la estimación es que dicho movimiento podría generar una mayor incertidumbre a la situación global de desaceleración, desde la propia FED son muchos los que se oponen a la subida de tipos ya que generaría presiones deflacionistas en contra de los intereses perseguidos con anterioridad y viendo que el dato de inflación todavía no consigue los objetivos marcados.
Si a todo este cúmulo de circunstancias le sumamos unas economías emergentes que no pasan por su mejor momento y las materias primas se encuentran lastradas, todo ello nos hace ver un cúmulo de circunstancias que se han ido retroalimentando unas a otras de manera negativa.
Aun teniendo esta incertidumbre en el mercado, debemos ser sensatos y realistas, las circunstancias no son tan alarmantes como para ver un catastrofismo como se vivió en el mercado, el suelo que marcamos el lunes 27 de agosto es un punto de inflexión en el que nacen claras oportunidades para encarar el final de año de manera positiva.
Jorge López es analista de XTB.