El mes de Octubre ha estado marcado por la corrección de las bolsas a mediados de mes, debida a los malos datos macroeconómicos sobre la eurozona y al miedo de los inversores a las cotizaciones en Estados Unidos. A esto hay que sumar otros factores que no son económicos como las protestas separatistas en zonas europeas, la crisis del ébola, […]
Dirigentes Digital
| 12 nov 2014
El mes de Octubre ha estado marcado por la corrección de las bolsas a mediados de mes, debida a los malos datos macroeconómicos sobre la eurozona y al miedo de los inversores a las cotizaciones en Estados Unidos. A esto hay que sumar otros factores que no son económicos como las protestas separatistas en zonas europeas, la crisis del ébola, las protestas democráticas en Hong Kong y la crisis en Ucrania.
Debido a todo esto, en los mercados se han producido dudas sobre la recuperación económica en Europa y sobre las políticas monetarias de los bancos centrales. La volatilidad ha vuelto a los mercados,pero las tendencia está siendo a la alza.
Self Bank ha publicado las previsiones para este último trimestre. La tasa de paro se situó según la Encuesta de Población Activa en el 23,67%. El número de parados disminuyó en 195.200 personas, la mayor cuantía en la que se ha reducido el desempleo en un tercer trimestre de toda la serie histórica. Aunque es innegable que sigue siendo elevado, es el menor nivel desde 2011 y viene a confirmar una mejora de la ocupación. El Ibex está cotizando a niveles de PER estimados superiores a otros índices europeos, esto se debe al sector bancario, según los analistas de Bloomberg, los bancos ya han cubierto su potencial de revalorización.
La llegada del partido político Podemos como primera fuerza política en intención de voto según la encuesta del CIS ha hecho que cambiar el panorama político. Aumentan los análisis sobre las consecuencias en el mercado de una posible victoria en las elecciones de 2015.
En la Eurozona, la recuperación se enfría con países como Italia aun en recesión y con dos economías más importantes con un crecimiento nulo. Además junto con la escasa inflación del IPC, se ha generado una preocupación en los inversores.
Los stress test publicados a finales de octubre se pueden considerar satisfactorios, aunque el efecto positivo en las bolsas ya se había descontado tiempo atrás. Los resultados demuestran la buena salud del sistema bancario europeo, que tiene un déficit de capital de 25.000 millones de euros, una cifra que puede sonar abultada pero que es ínfima en relación al volumen total de activos.
Además, confirma la brecha abierta entre España y el resto de países periféricos ya no sólo a nivel de crecimiento económico sino también en la solvencia de sus bancos. En cuanto a la renta fija, la deuda pública en Europa se encuentra en una zona estable y el bono español a diez años ha iniciado una tendencia lateral.
El dólar se encuentra en un periodo de fortaleza respecto al euro, debido al desacoplamiento en las políticas monetarias de la reserva Federal y del Banco Central Europeo.
La solidez de la economía americana y los buenos resultados empresariales. han permitido a las bolsas de Wall Street volver a situarse en zona de máximos históricos. Cada vez se da más por hecho que la retirada de estímulos tendrá menos impacto del que se esperaba inicialmente.
El estudio señala que el banco central no se va a aventurar a subir tipos a corto plazo por varios motivos como que El escenario macroeconómico a nivel global es delicado., el efecto riqueza de la bolsa americana es mayor que en Europa ya que en Estados Unidos las familias se ven obligadas a ahorrar para costear imprevistos. Un descenso repentino en las bolsas de Wall Street podría tener consecuencias muy serias en el consumo, principal componente del PIB. Otro aspecto que tendrá en cuenta la Reserva Federal es la fortaleza del dólar. De subir los tipos de manera acelerada el dólar seguirá apreciándose, algo que no es del todo positivo para las multinacionales americanas.
El Banco de Japón acaba de elevar el montante de su programa de compra de activos desde los 60 trillones deyenes hasta los 80 trillones de yenes anuales. Este anuncio se produce por varios motivos: uno de ellos es la demanda interna, que sigue siendo baja y se mantiene afectada por el impacto de la subida del IVA en abril. Además, la caída del precio del petróleo comienza a hacer mella en la inflación, que ha comenzado de nuevo a bajar.
Por último, a las autoridades les preocupa el crecimiento económico, y buena muestra de ello es la rebaja en la previsión del gobierno hasta el +1% en 2014. El último dato oficial publicado corresponde al segundo trimestre, con una caída del PIB del -7,1%. Las medidas del Banco de Japón, así como la decisión del gobierno de modificar la asignación de activos del Fondo de Pensiones nacional, han tenido un efecto muy positivo en las bolsas. La exposición de éste a los bonos nacionales pasará del 60% al 35%, mientras que la inversión en acciones japonesas pasará de tener un peso del 12% en la cartera a suponer el 25%.
Como factores positivos también podemos citar la mejora en las exportaciones, impulsadas por la caída de la divisa, así como la tasa de desempleo, que se mantiene rondando el 3,5% en niveles no vistos desde la década de los 90.
La política económica aplicada está provocando una caída considerable del yen, así que los inversores que quieran tener exposición a este mercado deberán estar atentos a la evolución del mercado de divisas. Existe una fuerte correlación entre el índice Nikkei y el tipo de cambio dólar -yen.
En cuanto a los mercados emergentes, hay mejores perspectivas para los países que sí están impulsando reformas, como es el caso de India, México y China. Deberán agarrarse a la demanda interna para seguir creciendo.