Como respuesta a los recientes requerimientos regulatorios, las entidades financieras han "sacado" el riesgo de sus balances y este "movimiento" se ha dejado sentir claramente en la fijación de precios del mercado de deuda. En este sentido, Barclays recuerda que, tradicionalmente, las operaciones de "repo han servido como fuente de financiación de bajo coste para […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2015
Como respuesta a los recientes requerimientos regulatorios, las entidades financieras han "sacado" el riesgo de sus balances y este "movimiento" se ha dejado sentir claramente en la fijación de precios del mercado de deuda.
En este sentido, Barclays recuerda que, tradicionalmente, las operaciones de "repo han servido como fuente de financiación de bajo coste para los bancos y un activo de bajo riesgo para los inversores de corto plazo". Sin embargo, añaden, tras el "susto" de 2008, "los reguladores han juzgado que éstas suponen un riesgo sistémico y han tratado de reducirlas".
Así, los saldos repo han caído y, al mismo tiempo, la liquidez del mercado de bonos se ha deteriorado. Estamos ante "un círculo vicioso", afirman esto expertos. Destacan que estas operaciones son usadas por distribuidores e inversores; anteriormente han sido una forma barata para financiar inventarios; puede ser un medio de aumentar el apalancamiento, permitiendo operaciones de mayor tamaño; facilitan las ventas a corto, por ejemplo, "los traders de crédito generalmente se posicionan a la baja en un bono del Tesoro cuando compran deuda corporativa, y eso elimina el riesgo de tipos"…
Sí, reconocen, el nuevo régimen ha mejorado la estabilidad, pero ¿a qué precio? Entre los "beneficios" llaman la atención sobre la disminución del riesgo de otro desastre en el sector financiero (más capital equivale a mayor tolerancia a las pérdidas; menos financiación minorista rebaja la posibilidad de liquidaciones), mientras que unos diferenciales más altos pueden compensar a los inversores por una menor liquidez.
Ahora bien, también hay "costes potenciales": "La escasez de activos seguros significa que los inversores de bajo riesgo deben aceptar retornos más bajos", afirman. Además, "el riesgo sistémico y el desajuste de vencimiento ha sido recolocado, pero no eliminado".
En cualquier caso, reconocen, como ya sucediera en el pasado, están surgiendo formas alternativas para conseguir liquidez, como los fondos mutuos o los ETFs. "Creemos que la escasez de liquidez, no obstante, ha llegado para quedarse", concluyen.