En apenas cinco meses, desde la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, se han sucedido cuatro accidentes aéreos mortales más. El último ha ocurrido esta mañana en la ciudad iraní de Teherán.
El siniestro deja 48 fallecidos, 34 pasajeros adultos, tres niños, tres bebés y ocho miembros de la tripulación, la totalidad del pasaje, según confirman desde la agencia estatal de noticias Irna.
El avión, una versión iraní del Antonov-140, se estrelló por la mañana, minutos después de despegar, al sur del aeropuerto de Meharabad, cerca del estadio deportivo Azadí, en el sureste de Teherán. El avión pertenecía a la aerolínea iraní Taban Airlines y volaba desde Teherán a la ciudad de Tabas, en el este del país.
Se desconocen las causas del accidente, pero las primeras declaraciones de las autoridades apuntan a que ha podido deberse a un fallo mecánico del sector.
Irán es uno de los países que más accidentes aéreos ha registrado en los últimos años. La razón principal es que la mayor parte de la flota comercial está compuesta por aparatos adquiridos antes de 1979, previo a la Revolución Islámica. El resto son de fabricación local reproduciendo modelos de aeronave rusos
con piezas importadas.
El último accidente grave tuvo lugar en enero de 2011, cuando un avión comercial se estrelló mientras trataba de hacer un aterrizaje de emergencia durante una tormenta de nieve en el norte de Irán, lo que provocó la muerte de 77 personas.