En lo que va de año acumula una caída superior al 30% y del 60% desde máximos de 2014 y parece que todavía no ha tocado suelo. Hoy la cotización del petróleo registra un nuevo batacazo al ceder cerca de un 3%, tanto el Brent, como el Texas.
A comienzo de
Navidades la espiral bajista dio un respiro a los inversores, pero ya lleva casi
encadenadas dos sesiones de fuertes caídas. Con un escenario bajista marcado por los fundamentales de exceso de oferta en el mercado, el descenso de hoy es consecuencia de unos inventarios semanales de petróleo en Estados Unidos que han crecido contra pronóstico. Se esperaba que bajaran en 2,5 millones de barriles, señal de que la producción en el país podría haber bajado, pero sin embargo han repuntado en 2,6 millones.
La otra noticia negativa ha venido por parte de
Arabia Saudí, clave en esta guerra de precios. Desde mediados de 2014, el mayor exportador del mundo ha evitado que baje la producción de la
OPEP para parar la caída a plomo de los precios, ante el descenso de la demanda global. Con esta estrategia Riad quiere retirar del mercado a competidores como
Rusia y
Estados Unidos con la producción de crudo por debajo de los cien dólares. El ministro de Petróleo saudí, Ali al Naimi, ha señalado que no cambiará política de producción, "satisfaceremos la demanda de nuestros clientes y no limitaremos la producción, si hay demanda, responderemos. Tenemos capacidad para responder a la demanda", ha subrayado el ministro.