Alemania concretamente ha alzado la voz en contra de esta medida por considerar que supondría "un ataque" contra los ahorros alemanes y ha criticado el alto nivel de endeudamiento de los bancos del Sur de Europa en general, además de sus altos índices de morosidad. Sin embargo, pese a las críticas es la única forma […]
Dirigentes Digital
| 24 ene 2016
Alemania concretamente ha alzado la voz en contra de esta medida por considerar que supondría "un ataque" contra los ahorros alemanes y ha criticado el alto nivel de endeudamiento de los bancos del Sur de Europa en general, además de sus altos índices de morosidad. Sin embargo, pese a las críticas es la única forma de conseguir una Unión Bancaria, según reconoce un analista de The Bruegel.
Para apaciguar el miedo de los países nórdicos, la medida europea exige a los bancos nacionales que vayan adquiriendo un sistema de seguro de depósitos mínimo antes de que se cree el sistema europeo. Es necesario reducir los riesgos y las diferencias que se dan hoy en día en la gestión del riesgo de todos los países europeos.
"La credibilidad de un seguro nacional depende del tamaño del fondo, la salud de la economía del país, del sector bancario y del Estado, ya que los sistemas de seguros de depósitos generalmente piden que el Estado sea el último garante. Sin embargo, la crisis financiera ha demostrado que este último aspecto puede ser problemático cuando los Estados tienen recursos insuficientes", señala el analista. El objetivo, por lo tanto, pasaría porque la calidad de los seguros de depósitos sea independiente totalmente de la economía del país.
La solución más coherente pasaría por crear una Oficina de seguros y depósitos europea, semejante a la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) de Estados Unidos, que asuma la responsabilidad total de la garantía del depósito. Pero este sistema requerirá que los bancos sean realmente europeos y dejen de tener bonos del Estado en sus cuentas.
La Comisión Europea por el momento ha propuesto una vía intermedia: un sistema de garantía de depósitos europeo con cierto componente nacional. Cuando el seguro del país no sea suficiente, se pueda recurrir al fondo europeo con el previo cumplimiento de una serie de requisitos. De esta forma es más fácil hacer entender la medida a los más reacios, porque la primera pérdida sería a nivel nacional. Sin embargo, no se acabaría con la unión entre el sector bancario y la economía nacional, de forma que a largo plazo no iría bien.
Otro de los requisitos para la garantía de depósitos europea es que se fije un límite común de bonos del Estado en los balances de los bancos, diversificando además la cartera de bonos del Estado, pudiendo adquirir otros de países donde no se tenga sede. En cuanto a Alemania, contraria a la europeización de los bancos, "tiene mucho que ganar si el sistema bancario europeo logra tener estabilidad". Tal y como señala The Bruegel, podrá ganar más si la distribución de riesgos de complementa con la reducción del mismo, de forma que los bancos alemanes serían aún más eficientes y se asegurarían que otros bancos otorgan préstamos por motivos económicos y no políticos.