Juan Miguel Villar Mir ha creado su imperio a partir de empresas en bancarrota. Ligado siempre al poder político, es amigo personal del Rey Emérito Juan Carlos y fue ministro de Hacienda tras la muerte de Franco; personificó en sí mismo las puertas giratorias. Estudiante brillante, fue primero en su promoción de Ingeniería de Caminos, […]
Dirigentes Digital
| 21 jun 2016
Juan Miguel Villar Mir ha creado su imperio a partir de empresas en bancarrota. Ligado siempre al poder político, es amigo personal del Rey Emérito Juan Carlos y fue ministro de Hacienda tras la muerte de Franco; personificó en sí mismo las puertas giratorias. Estudiante brillante, fue primero en su promoción de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, compaginándolo con Derecho, y culminó su formación en Estados Unidos. Entró en la Administración a finales de los cincuenta, escalando peldaños en el régimen franquista, hasta que fue nombrado ministro de Hacienda, un mes después del fallecimiento de Franco.
Después de su salida de la Administración, asumió la presidencia de Electra del Viesgo, pero no fue hasta 1987 cuando empezó a construir la base de su imperio, con la adquisición de Obrascón por una peseta y tras asumir los pasivos de una empresa que tenía un agujero de 1.000 millones de pesetas. La vendedora fue Altos Hornos de Vizcaya, que Villar Mir dirigió en los años sesenta. El otro pilar de OHL, la constructora navarra Huarte, fue adquirida en 1998 después de entrar en suspensión de pagos. A los pocos meses, fue adquirida Laín, propiedad de Enrique Aldama, amigo de la infancia de Villar Mir con quien compartió presidencia.
Entre medias Villar Mir metió sonoros pelotazos como la compra de Fertiberia, que pertenecía a Ercros por una peseta. Curiosamente, empresa que Josep Piqué, actual consejero delegado de OHL, dirigía. La operación realizada en 1994 estuvo bajo sospecha varios años al estar financiada con fondos públicos y posteriormente condonada la deuda cuando Piqué era ministro de Industria. Hoy Fertiberia es líder del sector.
Los últimos años de OHL también han estado marcados por la polémica, rodeada de escándalos de corrupción. El más reciente son los presuntos sobornos de OHL México a funcionarios públicos, que se desveló con las publicaciones de audios hace un año. Aunque el alcance penal parece limitado, todavía colea la disputa contable que mantiene con Infraiber por sus estados financieros. No ha sido el único, Villar Mir estuvo imputado en el caso Bárcenas, por aparecer su nombre como uno de los empresarios que financió irregularmente al PP. Su yerno y consejero delegado del Grupo Villar, Javier López Madrid, está imputado en la Operación Púnica por el mismo motivo. Y el caso del hospital Son Espases está abierto apuntando a OHL como principal responsable de la financiación del PP balear en la época de Jaume Matas.
A todo esto se le ha unido la delicada situación financiera de OHL. Agobiado por la deuda y la caída de la actividad, el grupo lanzó una ampliación de capital de 1.000 millones de euros. A duras penas Villar Mir pudo mantener el control de la constructora en la operación. El dirigente tuvo que vender las joyas del imperio, participaciones en Colonial, Abertis, y Torre Espacio.