México ha sido un puntal para OHL durante estos años duros de crisis. El grupo ha conseguido esquivar pérdidas gracias a los ingresos provenientes del país azteca, gracias a las más variadas actividades de construcción, concesiones y hoteles. A cierre del primer trimestre, desde su filial OHL México venían el 18% de sus ventas y […]
Dirigentes Digital
| 12 jun 2016
México ha sido un puntal para OHL durante estos años duros de crisis. El grupo ha conseguido esquivar pérdidas gracias a los ingresos provenientes del país azteca, gracias a las más variadas actividades de construcción, concesiones y hoteles. A cierre del primer trimestre, desde su filial OHL México venían el 18% de sus ventas y aportó 186 millones al Ebitda del grupo, que supuso el 70% del total. Pero desde hace un año la actividad de la constructora se ha visto salpicada por el escándalo de sobornos millonarios a funcionarios de la administración. Desde entonces la compañía tiene varios frentes judiciales que todavía colean.
Hace varias semanas OHL comenzó un road show con inversores internacionales para limpiar su imagen tras los sucesivos escándalos en México. En ellos, el director de Relaciones con Inversores de OHL México, Alberto Guajardo, anunció que la compañía no se plantea realizar nuevas inversiones en el país, pese a que es uno de los puntales estratégicos del grupo a nivel internacional. El dirigente indicó que se debe a que el Gobierno mexicano no ofrece proyectos atractivos debido al impacto de la crisis del petróleo.
Según fuentes financieras, en la mayoría de reuniones los inversores mostraron su preocupación por presuntos sobornos por parte de la compañía que han salido a luz. Hay dos investigaciones por parte de las autoridades mexicanas que indagan sobre la legalidad de las concesiones y el comportamiento de los funcionarios que las adjudicaron. Además, la CNMV mexicana sancionó a la compañía por 3,6 millones por mala práctica contable. Aparte de la multa, todavía está pendiente de que la filial ajuste sus criterios contables a las exigencias del regulador mexicano, que llevaría a pérdidas a la compañía. Guajardo reconoció que está situación podría afectar al estado de los resultados y al balance financiero, pero no al flujo de caja.
El dirigente subrayó que la empresa está negociando una resolución final con la CNMV mexicana para presentar los resultados. OHL México defiende que debe anotarse 3.000 millones de activos financieros como retorno garantizado, algo que no comparte el regulador. La compañía espera que se resuelva antes de finalizar el año.
El caso de corrupción y los problemas contables han provocado una cascada de dimisiones en la compañía. Desde que comenzó la crisis de OHL han salido de la compañía ocho altos dirigentes, incluido el presidente, José Andrés Oteyza, dos directores financieros, y tres consejeros independientes. Una de las últimas ha sido Raúl Revuelta, el último director financiero, en mayo pasado, tras oponerse a la reciente resolución acordada con la CNBV.
El dirigente también señaló que la compañía seguirá adelante con otra de las concesiones problemáticas la autopista de Atizapán-Atlacomulco. La adjudicación de la construcción fue en 2014 y estaba previsto que se entregara este año, pero el inicio de la obra se ha ido retrasando por el retraso en las autorizaciones para liberar terreno. Pese a ello, la compañía ya incluye un sobrecoste del 62% respecto a la inversión inicial prevista en el contrato.