Comienza la cuenta atrás para 2017 y Credit Suisse se prepara para un año que promete, si es posible, superar en volatilidad a 2016: con la llegada de Donald Trump y sus políticas fiscales e inflacionistas a la Casa Blanca, la negociación del Brexit, las elecciones de Francia y Alemania, los futuros ‘pasos’ de los […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2016
Comienza la cuenta atrás para 2017 y Credit Suisse se prepara para un año que promete, si es posible, superar en volatilidad a 2016: con la llegada de Donald Trump y sus políticas fiscales e inflacionistas a la Casa Blanca, la negociación del Brexit, las elecciones de Francia y Alemania, los futuros ‘pasos’ de los bancos centrales (con Fed y BCE a la cabeza), el ansiado equilibrio del petróleo, las dudas sobre China y los emergentes, la escalada de las rentabilidades en la renta fija… Un ‘sinfín’ de interrogantes que conforman un “incierto contexto” para los inversores. “Los acontecimientos políticos provocarán ciertas turbulencias el próximo año. Sin embargo, las correcciones ofrecerán oportunidades seleccionadas que los inversores deberían aprovechar”, afirma Michael Strobaek, director global de inversiones de la firma. La entidad suiza pone el foco en el riesgo político y señalan a los activos europeos (crédito y renta variable) como los más expuestos a estos peligros. En concreto, el sector financiero sufrirá particularmente este envite, pero, apuntan, “el incremento de la rentabilidad de la deuda en Estados Unidos beneficiará a la industria en el país (incluida la deuda subordinada)”, pues además, añaden, el nuevo presidente “favorecerá una menor regulación”. Atractivo ven también en los bonos emergentes en divisas fuertes, “debido a su rendimiento y potencial de diversificación”. Ahora bien, apuntan, tras la escalada de 2016, será necesaria “la selección por países y sectores”. Sobre la renta variable, Credit Suisse recomienda a los inversores “favorecer las industrias sanitaria y tecnológica, por su sólidos fundamentales”. Y también apuestas por determinados valores expuestos a las infraestructuras, como los de construcción. “Esperamos que el dólar estadounidense gane terreno ante el incremento de los tipos en Estados Unidos, la expansión fiscal y la posible repatriación de impuestos al país. Mientras tanto, el euro podría verse afectado por las incertidumbres políticas de la región; y el yen debería recuperarse desde niveles infravalorados”, apuntan. Nannette Hechler Fayd’herbe, directora global de estrategias de inversión de Credit Suisse, concluye que el mayor desafío al que se enfrentan los inversores en 2017 es “encontrar la rentabilidad a un riesgo razonable. Consideramos que la deuda emergente es la más atractiva, pero ser selectivos en cuanto al riesgo sigue siendo clave”.