El gigante asiático se ralentiza y su desaceleración supone un lastre más para los débiles emergentes y las hundidas materias primas, mientras los datos que llegan desde Estados Unidos, en el mejor de los casos, podemos considerarlos mixtos. Mientras, la Reserva Federal (Fed) duda sobre los pasos que debe seguir, añadiendo más incertidumbre a todos […]
Dirigentes Digital
| 20 oct 2015
El gigante asiático se ralentiza y su desaceleración supone un lastre más para los débiles emergentes y las hundidas materias primas, mientras los datos que llegan desde Estados Unidos, en el mejor de los casos, podemos considerarlos mixtos. Mientras, la Reserva Federal (Fed) duda sobre los pasos que debe seguir, añadiendo más incertidumbre a todos estos activos.
Sin embargo, los indicadores europeos "siguen siendo consistentes con una recuperación económica", en palabras de Barclays. El Viejo Continente no es "inmune" a los envites de la crisis que atraviesan los países en desarrollo, pero, afirman, "sospechamos que el sentimiento hacia estas regiones y hacia la renta variable va a mejorar".
Así, la firma estima que el Stoxx 600 cierre el año en los 390 puntos y augura que el crecimiento de ingresos y beneficios, superará las previsiones actuales del consenso. En concreto, prevé un repunte del beneficio por acción (BPA) en Europa del 6% este año y del 13% el próximo.
Por otra parte, estos analistas consideran que, en lo que respecta a la valoración de las Bolsas europeas, los múltiplos parecen "bajos" tanto históricamente como en relación con Wall Street, "con precios consistentes con un crecimiento nominal de largo plazo cercano a cero".
En este contexto, sobreponderan el sector financiero, el de consumo discrecional, tecnología, materiales e industrial; mientras que infraponderan la industria de bienes de consumo básico, salud, utilities y telecomunicaciones.
Menos optimistas se muestran los expertos de Bankinter, pues en sus previsiones para los últimos meses del año, aconsejaban reducir exposición al riesgo y favorecer, además de fondos de retorno absoluto bien seleccionado, "sectores defensivos, como consumo básico, concesiones y eléctricas", así como compañías de alta rentabilidad por dividendo (REE, Iberdrola, Ferrovial, Abertis…).
De hecho, sus únicas "compras", por sectores de actividad, se centran en utilities (evitando las eléctricas alemanas, ya que están sumidas en una fase de incertidumbre por las consecuencias del apagón nuclear); y en consumo, se beneficiarán del ciclo de recuperación (aunque ralentizado) y su carácter defensivo las dota una "valiosa" estabilidad en tiempos volátiles.
"Una compañía de consumo, bien seleccionada, en una cartera de valores permitirá protegerse de posibles caídas", afirman. SI bien, reconocen que "previsiblemente tampoco ganará la máxima rentabilidad de mercado".
Un mercado al que si queremos llevar la contraria, señalan desde Bank of America Merrill Lynch, deberíamos apostar por los sectores menos "amados" por los gestores según su última encuesta y que son materias primas, petróleo y gas (frente a minorista que marca un record de sentimiento positivo) y utilities.