Desde finales de 2014, el panorama energético ha sufrido un importante cambio. Tras un largo período en el que los precios del petróleo no paraban de subir, la industria se encontraba con que el "oro negro" ya no era tan rentable. Tras el desplome de los precios y la decisión de los países de la […]
Dirigentes Digital
| 13 mar 2015
Desde finales de 2014, el panorama energético ha sufrido un importante cambio. Tras un largo período en el que los precios del petróleo no paraban de subir, la industria se encontraba con que el "oro negro" ya no era tan rentable. Tras el desplome de los precios y la decisión de los países de la OPEP de no rebajar sus niveles de producción, el panorama dejaba dos ‘bando’ totalmente diferenciados: los países que ganaban con un petróleo barato y los que no.
Estados Unidos irrumpe en el mercado
Las nuevas técnicas de extracción de petróleo al otro lado del Atlántico han supuesto un gran cambio para el sector. "Está claro que el crecimiento de la oferta en Estados Unidos ha superado a la demanda global y ha generado presiones a la baja. Ahora tenemos un exceso de oferta de crudo West Texas mientras el mundo trata de ajustarse a la mayor producción americana, lo cual ha reducido el diferencial entre el WTI y el Brent", señala Robin Webhé, especialista de The Boston Company, una de las gestoras de BNY Mellon.
Mientras el panorama en el sector se aclara, la situación en Estados Unidos no queda clara. La decisión de la OPEC tiene, en realidad, el objetivo de desalentar las inversiones en los nuevos campos de gas de esquisto, ya que reducen su rentabilidad relativa.
Países importadores, claros ganadores
Mientras el petróleo siga a la baja, los grandes beneficiados serán los países importadores. Las naciones con dependencia energética pueden ver reducida su factura en un porcentaje importante.
Europa. Según el informe World Energy 2014, el continente importó 9,3 millones de barriles de crudo durante 2013. Por lo tanto, es previsible que tanto el año pasado como en 2015, la región vea una gran rebaja en sus costes energéticos. Dentro de este conjunto se encuentra España, que consumo más de un millón de barriles de petróleo al día.
China e India. El principal consumidor de petróleo sigue siendo China (12% del consumo total). Aunque durante los últimos meses ha requerido menor cantidad debido al descenso del crecimiento de su PIB, una materia prima más barata siempre mejorará su balanza de pagos. En la misma situación se encuentra India, que importa 3,8 millones de barriles al día.
Chile y Perú. El impacto de los precios del petróleo en Latinoamérica, depende del país y del tiempo durante el que se mantenga el descenso de éstos; y varía de acuerdo a los diferentes países en la región, según apunta la empresa de seguro de crédito Coface.
Países exportadores, claros perdedores
En el otro lado de la balanza encontramos a los países exportadores. En este grupo se encuentra países con situaciones económicas muy diferentes pero que, en gran medida, dependen de los ingresos generados gracias a la producción de crudo.
Venezuela, Argentina y Brasil. Según apunta Coface, el país es el mayor perjudicado dentro de la zona de Latinoamérica. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que por cada 10 dólares de disminución en los precios del petróleo se produzca una reducción de la balanza comercial en un 3,5% del PIB. De hecho, el Gobierno de Nicolás Maduro ha presionado en numerosas ocasiones a la OPEP para que baje la producción de petróleo y así vuelvan a subir los precios. En cambio, sus peticiones cayeron en ‘saco roto’.
Además, de Venezuela, otros países de la región como Argentina también se encuentran en la encrucijada. El Gobierno de Cristina Fernández ha invertido en la industria petrolera a través de su yacimiento en Vaca Muerta, por lo que unos precios bajos a largo plazo puede afecta negativamente en sus cuentas. En la misma situación se encuentra Brasil, cuya principal empresa estatal (Petrobras) se centra en la exportación de crudo.
Otros países de la OPEP. También se encuentran en este grupo todos los países adheridos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como es el caso de Nigeria, Irán o Arabia Saudí.
Rusia. Otro de los protagonistas en la crisis del petróleo es Rusia, que produce en torno a 10 millones de barriles de crudo al día. Bank of America Merrill Lynch señalaba que "la caída del precio del petróleo y la crisis ucraniana seguirán siendo los dos principales riesgos para el crecimiento del país" durante este 2015. Y es que Rusia depende claramente del sector energético ya que el 50% de sus exportaciones corresponden a gas y petróleo.
