Las petroleras estatales se han convertido en una bomba de relojería a punto de estallar. Y se pueden llevar por delante a México y al maltrecho Brasil. Pemex ha vuelto a enseñar sus vergüenzas al publicar sus resultados de 2015. Registró unas pérdidas récord de 27.900 millones, que se acumula a los números rojos a […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
Las petroleras estatales se han convertido en una bomba de relojería a punto de estallar. Y se pueden llevar por delante a México y al maltrecho Brasil. Pemex ha vuelto a enseñar sus vergüenzas al publicar sus resultados de 2015. Registró unas pérdidas récord de 27.900 millones, que se acumula a los números rojos a los tres ejercicios anteriores. La compañía ha anunciado un plan de ajuste de 5.000 millones de dólares para intentar cambiar el rumbo, pero actualmente se encuentra en quiebra técnica con deuda de 87.000 millones de dólares y un pasivo de 190.000 millones.
Desde el Gobierno de Peña Nieto ya se habla de buscar fórmulas para evitar su colapso. La compañía adeuda más de 8.000 millones de dólares de pago a proveedores. Las medidas pasan por inyecciones directas a la compañía o permitirle aumentar el endeudamiento. Los presupuestos estatales dotan a la compañía anualmente 54.000 millones de euros.
La situación de la petrolera brasileña, Petrobras, no es mucho mejor a falta que se conozca los resultados anuales en las próximas semanas con el agravante de la corrupción en el seno de la compañía y la delicada situación del país que se encuentra en una profunda recesión. A cierre del tercer trimestre, las pérdidas se situaron en 870 millones de euros con una deuda de 278 millones. En un reciente informe de Moody’s, destacó que la quiebra de la petrolera era un riesgo potencial para el país, que podría suponer un coste estatal de 85.000 millones de euros, en un momento en el que la economía cayó un 4% en 2015.