Los mercados bursátiles vivieron en febrero una verdadera oleada vendedora ante el temor de que la política monetaria de la Reserva Federal se volviera más agresiva por la perspectiva de mayor presión inflacionista. Una situación de cierto pánico que se vio acentuada por el repliegue de las posiciones en volatilidad, con los bonos soberanos y […]
Dirigentes Digital
| 09 mar 2018
Los mercados bursátiles vivieron en febrero una verdadera oleada vendedora ante el temor de que la política monetaria de la Reserva Federal se volviera más agresiva por la perspectiva de mayor presión inflacionista. Una situación de cierto pánico que se vio acentuada por el repliegue de las posiciones en volatilidad, con los bonos soberanos y de deuda de mercados emergentes tanto en dólares como en moneda local resintiéndose. Con esta situación, ¿qué puede hacer el inversor? Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management, recomienda optar por mantener una posición neutral en renta variable hasta que el panorama se clarifique. La llegada del nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha acentuado la impresión de que el ritmo de subidas de tipos de interés se podría acelerar a lo largo de este año, en un momento en que se espera que el Banco Central Europeo y el de Japón también inicien un repliegue de sus programas cuantitativos. “Hay que tener en cuenta que las políticas monetarias son estimulantes cuando la oferta de dinero crece a ritmo más rápido que la producción industrial y este diferencial, el menor en siete años, sugiere una contracción del 5% al 10% de los múltiplos en 2018, lo que puede contrarrestar el crecimiento de los beneficios. Además, nuestros indicadores técnicos indican neutralidad en renta variable y vender bonos de mercados desarrollados”, señala Paolini. La reducción de estímulos de los bancos centrales amenaza el mercado de renta fija, subraya el estratega de Pictet AM, razón por la que siguen infraponderando bonos. Paolini explica que la deuda del Tesoro de EE UU a diez años, con rentabilidad a vencimiento cerca de 2,9%, está un 0,9% por encima de su mínimo de 2017 y un 0,2% por debajo de la tasa de crecimiento nominal de su PIB, su nivel más bajo desde 2010, “indicativo de que estos bonos se han ajustado al cambio en el ciclo económico y dan fuerte señal de compra. De hecho, su diferencial con el bono alemán ha aumentado a niveles no vistos en 20 años, difícil de justificar cuando no hay grandes diferencias en las respectivas tasas de crecimiento del PIB”, apunta. Pero las especulaciones sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal puedes acelerar la subidas de tipos de interés, según el responsable de estrategia de Pictet AM. De hecho, según EPFR, más de 10.000 millones de dólares se retiraron durante febrero de deuda de alta rentabilidad la semana que termina el 14 de febrero, lo que representa el 2% de los activos netos, lo que representa una de las mayores salidas semanales en esta clase de activo. “Las acciones cíclicas todavía tienen algo más de recorrido antes de que aumenten las rentabilidades de los bonos y el sentimiento se torne defensivo. Seguimos prefiriendo valores financieros, debido a que los bancos se benefician del aumento de los tipos de interés. Además, vemos oportunidades en energía y materiales y salud entre sectores defensivos. Pero estamos cautos en consumo discrecional e industriales -los sectores más caros- e infraponderamos servicios públicos y consumo básico, que no están baratos y muestran pobres perspectivas, dada la caída márgenes de beneficios y tendencia a sufrir más cuando la rentabilidad de los bonos aumenta”, asegura Paolini.