En nuestro escenario para 2016 y más largo plazo consideramos que los mercados emergentes son fuente de riesgos global, pues se encuentran en transición de varios años desde un modelo económico basado en exportaciones a un mayor papel de la demanda interna. En este contexto el nerviosismo respecto al mercado de acciones de China es […]
Dirigentes Digital
| 08 ene 2016
En nuestro escenario para 2016 y más largo plazo consideramos que los mercados emergentes son fuente de riesgos global, pues se encuentran en transición de varios años desde un modelo económico basado en exportaciones a un mayor papel de la demanda interna. En este contexto el nerviosismo respecto al mercado de acciones de China es una manifestación de este cambio, es decir de la incertidumbre del modelo económico de China por la disminución de crecimiento de su PIB y volatilidad de datos económicos y financieros. Además el choque diplomático Saudita-Irán ha añadido nerviosismo mientras que la caída de los precios del petróleo afecta a países productores como Brasil. Por lo tanto los mercados emergentes probablemente continúen con perspectivas mediocres.
También hay que tener en cuenta que la fuerte caída del índice CSI 300 de acciones China no está relacionada con cambios importantes en los fundamentales económicos. Los mecanismos de interrupción de las cotizaciones puestos en marcha desde el pasado agosto generan la acumulación de órdenes de venta que se reanudan cuando se reabre el mercado (China ha eliminado el mecanismo y su Comisión Reguladora decidirá cómo y cuándo accionistas de referencia y directivos pueden deshacerse de participaciones de 1% los próximos tres meses). Pero las encuestas PMI de fabricación y servicios publicadas recientemente han estado algo poco debajo de las expectativas, pero no lo suficiente para desencadenar tal liquidación.
De hecho esperamos que las autoridades chinas mantengan su política marco monetaria de "parada y marcha". En este sentido una acción inmediata acción puede suponer más recortes a la remuneración de los depósitos bancarios y/o disminución de la proporción del requisito de reservas de los bancos. Mientras la devaluación del yuan con el dólar lo que va de año, alrededor de 1,6%, es sólo 0,4% respecto a la cesta de monedas RMB TradeSystem recientemente puesta en marcha, que incluye el Euro. Al respecto el banco central de China ha destacado que centrarse en esta cesta es más razonable, pues la divergencia de política monetaria entre EEUU (en ajuste) y China (en flexibilización) exacerba la devaluación del yuan respecto el dólar.
En este estado de cosas la deuda del Tesoro de EEUU y Bunds alemanes siguen siendo los mejores activos de protección. Así en cinco días las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EEUU han disminuido de 2,3% a 2,15%, con el correspondiente aumento de su precio.
De todas formas el estrés en los mercados financieros globales no está siendo tan elevado como cabría esperar. El índice VIX de volatilidad implícita del índice de acciones de EEUU S&P500, ha permanecido en 20%, considerado un régimen medio. Por su parte los mercados de deuda de alta rentabilidad de EEUU se han mantenido estables. Sin embargo si los precios de la energía ceden más la situación puede deteriorarse en sectores de energía, valores cíclicos y materiales, pudiendo desencadenar estrés en otros activos de riesgo.