La noche electoral del domingo pasado dejó como resultado un resultado fragmentado en el espectro parlamentario. Frente a un panorama político donde primaba el color azul del PP con mayorías absolutas, tras las elecciones del domingo los pactos se hacen inevitables para conseguir las investiduras. Tanto Podemos como Ciudadanos se configuran como llaves maestras en […]
Dirigentes Digital
| 29 may 2015
La noche electoral del domingo pasado dejó como resultado un resultado fragmentado en el espectro parlamentario. Frente a un panorama político donde primaba el color azul del PP con mayorías absolutas, tras las elecciones del domingo los pactos se hacen inevitables para conseguir las investiduras. Tanto Podemos como Ciudadanos se configuran como llaves maestras en muchos ayuntamientos y parlamentos autonómicos.
El partido de Albert Rivera es la llave del Gobierno para el PP en cuatro Comunidades Autónomas: La Rioja, Murcia, Madrid y Castilla y León. A su vez si se aliara con el PSOE en Huelva y Segovia podría dar a los socialistas el gobierno de estas capitales de provincia. Los pactos con Ciudadanos no serán un cheque en blanco, como han venido diciendo desde la precampaña. En este sentido, Ciudadanos ha establecido un documento en el que expone sus propuestas para quienes busquen la negociación con ellos, unas líneas rojas que el partido naranja apunta que deben ser una condición previa a cualquier inicio de negociación.
Los tres ejes de la propuesta naranja se basan en transparencia y regeneración democrática, reactivación económica y políticas sociales. Unas ideas que han sido las repetidas por Rivera a lo largo de la campaña electoral. Entre los puntos fuertes que ha destacado Ciudadanos ha sido la lucha contra la corrupción y su negativa a negociar con aquellos partidos que no buscaran acabar con esta.
"Ciudadanos solo podrá llegar a acuerdos con aquellos partidos que acepten el Compromiso por la Regeneración Democrática de C’s, como condición previa, que defiende, entre otras propuestas, que cualquier imputado por corrupción política abandone inmediatamente su cargo y que todos los partidos elijan a sus candidatos mediante un proceso de elecciones primarias", dijo José María Espejo-Saavedra, coordinador del Comité de Acuerdos Poselectorales de Ciudadanos, en el momento de presentar este documento. Una guía para unos días que estarán cargados de llamadas, reuniones y diálogos entre los representantes de uno y otro partido.
Por su parte, la formación de Pablo Iglesias como tal o en la forma de coaliciones en la que se presentaba en algunos lugares también se muestra como clave en varios municipios y comunidades autónomas. El partido ha asumido que el PSOE será su principal interlocutor a la hora de negociar pactos para investir a alcaldes y a presidentes autonómicos y apunta hacia una alianza para desbancar al PP.
La formación se configura como llave en seis comunidades autónomas y las coaliciones apoyadas por la marca pueden gobernar en Madrid y Barcelona. Podemos se sitúa como tercera fuerza política en nueve comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Murcia y La Rioja), mientras que queda cuarta en Canarias, Cantabria y Navarra y quinta en la Comunidad Valenciana, donde obtiene su peor resultado. En Ceuta y Melilla entra en el Parlamento como cuarta y quinta fuerza, respectivamente.
"Hoy empieza a reescribirse el fin del bipartidismo en España", dijo Iglesias la noche electoral tras conocer los resultados obtenidos. "Como en los grandes momentos de transformación democrática en España, las grandes ciudades son el motor fundamental del cambio político", añadió el político. Ahora, Podemos se encuentra en una tesitura donde debe combinar sus promesas electorales y su discurso político contra el bipartidismo con diálogos concretos para conseguir la gobernabilidad.