El plan de desinversión contempla dos operaciones: la venta de activos inmobiliarios improductivos (créditos más inmuebles) valorados en unos 4.000 millones de euros para el ejercicio en curso y una cartera de inmuebles por entre 3.500 millones y 4.500 millones de euros. Estas eventuales ventas ayudarían a reducir en un torno a un 30 por […]
Dirigentes Digital
| 20 ene 2016
El plan de desinversión contempla dos operaciones: la venta de activos inmobiliarios improductivos (créditos más inmuebles) valorados en unos 4.000 millones de euros para el ejercicio en curso y una cartera de inmuebles por entre 3.500 millones y 4.500 millones de euros.
Estas eventuales ventas ayudarían a reducir en un torno a un 30 por ciento el balance inmobiliario de una entidad que cuenta con la mayor exposición al ladrillo de toda la banca española.
La entidad ya ha señalado en el pasado reciente que esperaba acelerar su ritmo de ventas de inmuebles este año apoyado en la recuperación del mercado inmobiliario en España. Hasta septiembre de 2015, la entidad ha vendido activos improductivos por valor de unos 1.000 millones.