El mercado inmobiliario londinense es uno de los más atractivos para la inversión extranjera. En la capital británica se concentra una alta actividad de negocios y sus arterias comerciales son visitadas por miles de compradores. Estos son algunos de los atractivos que han hecho que también los inversores españoles decidan invertir en este sector. Además […]
Dirigentes Digital
| 25 may 2015
El mercado inmobiliario londinense es uno de los más atractivos para la inversión extranjera. En la capital británica se concentra una alta actividad de negocios y sus arterias comerciales son visitadas por miles de compradores. Estos son algunos de los atractivos que han hecho que también los inversores españoles decidan invertir en este sector. Además a esto se suma que el sistema fiscal de Reino Unido tiene importantes beneficios relativos a la inversión en inmuebles.
Este interés por el inmobiliario en la capital británica también ha tenido un efecto en los precios. En este sentido, Londres ha vivido una importante subida de precios que ha estado al alza durante los últimos tres años. Aunque a finales del año pasado vivió una pequeña bajada que hizo pensar en un posible pinchazo de la burbuja.
Desde 2010, solo en Londres, el precio de los activos ha ascendido un 78% y ya están un 20% por encima de los máximos precrisis. En el West End, la zona más cara de oficinas, además de la City financiera, los activos escasean, con una disponibilidad de oficinas de solo el 3,2% sobre el total, por lo que cualquier edificio es un bien muy preciado.
Otra de las ventajas que atraen a los inversores es la duración de los contratos de arrendamiento. La tendencia en estos casos es que se realicen por un largo periodo de tiempo, por lo que los inversores se garantizan un retorno de la inversión.
Amancio Ortega, gran embajador del ladrillo
El empresario adquirió la sede de Río Tinto en Londres por 335 millones de euros en enero de este año. Una operación que realizó a través de su sociedad de inversión Pontegadea. Además de por el negocio textil (con su gran imperio Inditex), Amancio Ortega es conocido por su gestión de activos inmobiliarios. El empresario realiza operaciones cuidadas y selectas, con compraventas marcadas por ser lugares premium y en las que se mueven cantidades ingentes de dinero.
La operación supuso un pago de 265 millones de libras esterlinas, que al cambio se traduce en 335 millones de euros. En total, la superficie alquilable asciende a 11.000 metros cuadrados en el número 6 de la plaza de Saint James. La rentabilidad de la operación ha sido inferior al 4%, según la publicación británica especializada Property Week, que precisa que Rio Tinto se quedará como inquilino del 70% del espacio del edificio.