A falta de algo más de un mes para que Venezuela celebre elecciones presidenciales, el Gobierno de Nicolás Maduro sigue mostrando su férrea mano sobre la oposición. "No lo aceptaremos jamás, por nadie", señalaba el presidente el pasado mes de julio tras ser preguntado por la posibilidad contar con vigilancia en los comicios. Además, tras […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2015
A falta de algo más de un mes para que Venezuela celebre elecciones presidenciales, el Gobierno de Nicolás Maduro sigue mostrando su férrea mano sobre la oposición. "No lo aceptaremos jamás, por nadie", señalaba el presidente el pasado mes de julio tras ser preguntado por la posibilidad contar con vigilancia en los comicios.
Además, tras reunirse con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, Maduro también destacó que "Venezuela no es monitoreada ni será monitoreada por nadie".
Esta acción es sólo un paso más hacia el fin de la credibilidad del Gobierno venezolano. Por ello, sus homólogo latinoamericanos no han dudado en mostrar su preocupación. El último en hacerlo ha sido el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que ha sugerido que la participación de observadores internacionales es "importante para la democracia en el continente".
Además, Santos también ha subrayado que "si no es una observación electoral que genere la credibilidad y genere las garantías suficientes, a Colombia, y yo me temo que a los demás países o a algunos de los demás países de la región, nos resultaría muy difícil participar en esas elecciones", dijo el mandatario.
Posible vuelco electoral
El presidente de Gobierno, Nicolás Maduro, se enfrenta a la posibilidad de que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) pierda la mayoría que ostenta ahora en la Asamblea Nacional.
La crisis económica que vive el país ha pasado una gran factura a Maduro, ya que una encuesta realizada por Datanálisis muestra que la aprobación a su gestión cayó al 25,8% en el mes de mayo. En cambio, la oposición logra un apoyo superior al 40%.