El jamón ibérico es un alimento rico en vitamina B1 ya que 100 g. de esta carne contienen 0,57 mg. de vitamina B1. Este alimento también tiene una alta cantidad de sodio. La cantidad de sodio que tiene es de 2340 mg por cada 100 g. Por su alto contenido en vitamina B1, el consumo […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2015
El jamón ibérico es un alimento rico en vitamina B1 ya que 100 g. de esta carne contienen 0,57 mg. de vitamina B1. Este alimento también tiene una alta cantidad de sodio. La cantidad de sodio que tiene es de 2340 mg por cada 100 g.
Por su alto contenido en vitamina B1, el consumo del jamón ibérico, ayuda a superar el estrés y la depresión. Los alimentos ricos en vitamina B1 o tiamina, como esta carne son muy recomendables en periodos de embarazo o lactancia y también después de operaciones o durante periodos de convalecencia, debido a que en estos periodos hay un mayor desgaste de esta vitamina.
La calidad final de un jamón depende, en un 70% de la materia prima, el cerdo. Los jamones Carrasco,por ejemplo, crían prácticamente todos los cerdos en las fincas que tienen en Extremadura. Allí, los animales se mueven en libertad durante unos 18 meses, y en el invierno se alimentan en régimen de montanera con las bellotas de las dehesas hasta alcanzar un peso de 15 arrobas (unos 170 kilos) con la proporción idónea en grasa y músculo.
Los jamones que se obtienen de ellos son los de mayor calidad. Pero, no todos se pueden criar así, porque la montanera se da entre octubre y febrero, por lo que además de con bellotas, se alimentan con cereales. Son los llamados de recebo. Y hay otros que se alimenta sólo con piensos de cereales, de los que se obtiene el jamón de cebo.
Aparte de una excelente materia prima, para Carrasco, otro factor importante es el proceso manual de salado, en función del tamaño de cada pieza, puesto que después marcará el punto de sal que tendrá cuando se consuma. Después, de salarlos, hay esperar 18 meses hasta que se curen en los secadores.
El clima continental seco, de inviernos largos y fríos y veranos calurosos, al pie de las sierras de Gredos y de Béjar, es idóneo para curar jamones y paletas. Una vez curado, ya sólo quedar esperar al menos un año en bodega para que sigan madurando y desarrollen todas sus cualidades: color, aroma y sabor.
En este momento, el jamón pesará un 40% menos que cuando se produjo el despiece tras la matanza. La materia prima, el salado y el secado son las tres claves para conseguir los jamones de mayor calidad. No obstante, las cualidades del jamón se pueden ver alteradas por una mala manipulación y conservación.
Tal y como aconseja la familia Carrasco el jamón hay que consumirlo en un tiempo breve para degustarlo con todas sus virtudes. Por eso, es recomendable consumir jamón en establecimientos, ya sean bares, restaurantes o charcuterías que tengan una gran rotación. Y si lo compramos para casa, una buena opción es comprarlo en sobres al vacío o llevarlo a una tienda para que nos lo corten y nos lo empaqueten, de forma que en cada momento podamos abrir lo que necesitemos.