El ‘control’ que ejerce el Banco de Japón (BoJ) sobre su divisa está muy presente entre los inversores. A la hora de seleccionar un fondo, los expertos aconsejan “comprar las clases cubiertas para evitar perder por divisa lo ganado por retorno del índice”. Y es que pese a la evolucuión del yen en las primeras […]
Dirigentes Digital
| 27 ene 2017
El ‘control’ que ejerce el Banco de Japón (BoJ) sobre su divisa está muy presente entre los inversores. A la hora de seleccionar un fondo, los expertos aconsejan “comprar las clases cubiertas para evitar perder por divisa lo ganado por retorno del índice”. Y es que pese a la evolucuión del yen en las primeras jornadas del año, pocos pueden anticipar el efecto de las nuevas políticas del banco central en la evolución de su divisa. Mucho menos ante la guerra comercial que se avecina tras las últimas medidas firmadas por Donald Tump en EEUU. Los expertos de JP Morgan recuerdan además los últimos pasos dados por el organismo monetario en materia de políticas ‘extra monetarias’, al anunciar el pasado mes de septiembre que fijaría una TIR objetivo del 0% sobre los bonos gubernamentales japoneses a 10 años. “Al hacerlo, el mensaje que envió a los inversores fue que el banco central tenía el compromiso de mantener las tires nominales en niveles extraordinariamente bajos, pero que no creía que fuera deseable que la curva de tir fuese plana o incluso descendente (como de hecho había sido ya en varios puntos desde el arranque de 2016), especialmente por las implicaciones de dicha situación para el sector financiero”. Desde la firma, recuerdan que “el principal índice de valores japonés podría correr mejor suerte si los inversores mantienen la confianza en la nueva política del BoJ de fijar una tir objetivo para los bonos estatales a 10 años y el yen continúa depreciándose frente al dólar”. Buenas perspectivas Pese a las dudas sobre el impacto de este tipo de medidas, la renta variable japonesa sigue ocupando buena parte de las recomendaciones positivas de los gestores. Según datos de Morningstar, en los últimos tres años los fondos de la categoría de Renta Variable Japón Capitalización Grande han conseguido una rentabilidad de casi el 11% frente a apenas un 3,3% para los fondos invertidos en grandes compañías de la Zona Euro. Esa diferencia de rentabilidad a favor de Japón se mantiene tanto a 5 años (13% frente a 10% anual) como a 10 años (2% frente a un 1% anual). “Vemos un argumento de inversión sólido en la renta variable japonesa con cobertura de divisa y consideramos que esta clase de activos debería beneficiarse drásticamente de la reactivación económica a escala mundial, así como del posible repunte del crecimiento económico en Japón. Asimismo, la debilidad del yen es positiva”, indica también Richard Turnill desde BlackRock. Tal y como explican desde la firma, la depreciación del yen beneficia al mercado de renta variable japonés de dos maneras. “En primer lugar, impulsa los beneficios de las empresas exportadoras japonesas en divisa local. En segundo lugar, fomenta el abaratamiento de los activos japoneses de cara a los inversores extranjeros, lo que da lugar a unas mayores entradas de capital en el país”, explican. ¿Por qué productos apuestan? Ante la perspectiva de que esta tendencia se mantenga, el país nipón ha vuelto a formar parte de los perfiles agresivos de Multiperfil de firmas como Andbank, que llevaba más de un año sin invertir en el activo. “El peso asignado ha sido de un 2% en el perfil dinámico y un 3% en el perfil agresivo”, indican desde la firma, demostrando la prudencia que aún persiste sobre la región. Aún así, consideran que “desde el punto de vista de los flujos (muy condicionados por el BoJ) y apoyados por otra parte desde el movimiento de la divisa, se abre la posibilidad de tomar un posición táctica en carteras globales de perfil agresivo con posiciones no relevantes como las que se han tomado en Multiperfil”. El vehículo utilizado para ello ha sido el ETF iShares MSCI Japan EUR Hedged UCITS ETF (Acc) (EUR), que replica al índice MSCI Japón, en el que se encuentran representadas más de 300 compañías niponas de tamaño medio y grande. “Este ETF incorpora una cobertura de divisa realizada con forwards mensuales para mitigar el efecto en la evolución del cruce yen/euro. La técnica de tracking es la habitual, combinación de futuros e inversión únicamente en una parte de las compañías del índice”, indican desde la firma. Del mismo modo, los expertos mantienen además dos fondos de inversión en su lista de productos recomendados: el Aberdeen Global – Japanese Equity Fund y el Man GLG Japan Core Alpha Equity. “La elección de uno u otro en este momento, no la centraremos en la exposición sectorial, ni en el tamaño de las compañías, sino por aquel fondo que más se parezca al índice, o lo que es lo mismo, que tenga un tracking error más bajo”, insistiendo en comprar la clase cubierta a euro para protegerse del riesgo divisa. Desde Morningstar también ofrecen otros nombres para entrar en esta clase de activo de una forma diversificada. Entre otros, mencionan también el Man GLG Japan Core Alpha Equity, al que asignan un rating Gold. Y a él suman el Parvest Equity Japan Small Cap, el Invesco Japanese Equity Advantage Fund y el Uni-Global – Equities Japan, una estrategia de inversión en la que el control del riesgo es central. “La construcción de la cartera se basa en técnicas de optimización diseñadas para una cartera diversificada con la menor volatilidad posible”, indican los expertos.