Según el estudio Teardown.com Analysis, fabricar el nuevo iPhone 6 cuesta unos 227 dólares, 176 euros. Sin embargo, este terminal cuesta unos 699 dólares en Estados Unidos, y prácticamente lo mismo en euros, lo que supone multiplicar por cuatro el precio de fabricación. Esta suma, solo hace referencia al valor de las piezas, por lo […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2014
Según el estudio Teardown.com Analysis, fabricar el nuevo iPhone 6 cuesta unos 227 dólares, 176 euros. Sin embargo, este terminal cuesta unos 699 dólares en Estados Unidos, y prácticamente lo mismo en euros, lo que supone multiplicar por cuatro el precio de fabricación. Esta suma, solo hace referencia al valor de las piezas, por lo que habría que añadirle la mano de obra.
Sien embargo, y aunque el precio de los nuevos modelos de teléfonos Apple tienen precios de entre 699 y 1000 euros, tras su lanzamiento en nueve países, ya se han batido record de ventas de la historia de la compañía. En total 10 millones de unidades compradas en un fin de semana. Una cifra que aspira a multiplicarse según valla lanzándose en más países.
Grandes diferencias solo en el precio
En realidad, la principal diferencia que presenta el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus con respecto al iPhone 5 es el precio. Mientras comprar ahora un terminal ‘5’ costaría entre 200 y 400 euros, el iPhone 6 cuesta unos 300 euros más, hablando del modelo básico.
Las modificaciones que incluye el iPhone 6 con respecto al modelo anterior son básicas. En primer lugar, lo más destacable, y lo primero que salta a la vista es el diseño y tamaño, que se ha aumentado con respecto al anterior modelo. En segundo lugar, la cámara, que aunque sigue teniendo 8 megapíxeles, incluye una mejora de enfoque para hacer fotos en movimiento. En tercer lugar, la autonomía, que al parecer duraría más en el iPhone 6, aunque algunas comparativas no están muy de acuerdo. Y por último, el sistema operativo. El nuevo iPhone utiliza iOS 8 que incluye nuevas aplicaciones en la pantalla de inicio, sin embargo, los usuarios que tengan un iPhone 5 también pueden actualizar su sistema.
Es decir, grandes diferencias económicas que no se materializan en diferencias técnicas y mejoras en el nuevo teléfono. Esto atiende, sin duda, a la estrategia primaria de Apple. Al gigante tecnológico no le interesa vender móviles meses después de su lanzamiento, cuando su precio ha bajado considerablemente. Apple lanza modelos nuevos, pero con pocas renovaciones, cada muy poco tiempo. Lo que realmente interesa es vender los primeros días tras su lanzamiento.
Sin embargo, la manzana mordida sigue ‘adoctrinando masas’ que hacen cola a la puerta de sus tiendas para comprar cada uno de sus nuevos ‘aparatos electrónicos’. Apple se ha convertido en marca ante todo y por encima de todo, y la gente busca llevar lo ‘ultimo’ sin pensar en la repercusión económica para su bolsillo, que cada vez es mayor.
¿El iPhone 6 no puede cumplir las mismas funciones que el 5? ¿Incluso qué el 4? Entonces, ¿Cuál puede ser la clave de que algo parezca totalmente nuevo e innovador sin serlo?, y sobre todo, ¿Cómo se puede crear la necesidad de comprar algo tan caro y en parte, innecesario (muchas personas que compran el nuevo teléfono de Apple ya tienen el anterior) a millones de personas en todo el mundo? Parece que solo Apple tiene respuesta para todas estas preguntas.