Nadie vio venir la crisis, ni nadie la pudo predecir. Es la excusa mil veces repetida por Gobiernos y organismos internacionales para disculparse por no anticipar el estallido de la crisis financiera y posterior profundidad de la crisis económica. Pero sí hubo economistas e inversores que percibieron la gravedad de la situación que se avecinaba. […]
Dirigentes Digital
| 21 nov 2016
Nadie vio venir la crisis, ni nadie la pudo predecir. Es la excusa mil veces repetida por Gobiernos y organismos internacionales para disculparse por no anticipar el estallido de la crisis financiera y posterior profundidad de la crisis económica. Pero sí hubo economistas e inversores que percibieron la gravedad de la situación que se avecinaba. Nouriel Roubini, Bill Gross, Warren Buffet o George Soros fueron algunos de ellos, pero en España también lo hizo Juan Ignacio Crespo para los que le quisieron escuchar en plena burbuja inmobiliaria, cuando trabajaba para Thomson Reuters como analista. Y ahora el economista advierte de que la crisis que empezó en 2008 todavía no ha dado los últimos coletazos y vaticina una recesión global para el próximo año en su último libro “¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión?” (Deusto). Cuando se le pregunta por qué las previsiones económicas de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) o de los propios gobiernos no contemplan una recesión para los próximos ejercicios, responde: “Nunca la ven venir, “hacen sus previsiones en el marco de lo que ha ocurrido recientemente, mis previsiones se basan en criterios a largo plazo, el más importante que tomo es el de los beneficios empresariales en Estados Unidos y en Europa”. La caída de ganancias al otro del Atlántico acumula más de 18 meses consecutivos de descensos y en el Viejo Contiene se han encadenado varios trimestres. El experto subraya que no es una ciencia exacta, “pero desde 1950 en Estados Unidos cuando se ha producido una caída de los beneficios generalizada, siempre le sucede una recesión, salvo en 1986”. El autor del libro ha convertido los gráficos en una herramienta premonitoria del futuro de la economía para sostener el argumento de que la recesión será de alcance global. Crespo opina que ese escenario es “el último coletazo” de una crisis que empezó en 2008 con el pinchazo de la burbuja del crédito inmobiliario en Estados Unidos, que también se generará en el mismo país y se extenderá de manera global. Para el experto si la recesión no ha llegado antes es por la política monetaria. “Los bancos centrales han impedido que se produzca, sin los tipos tan bajos y la abundancia de liquidez ya hubiera llegado”. Y añade que sin las tasas de interés actuales “muchas empresas no serían viables”. Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de noviembre