Primark no sólo se ha hecho un hueco en el mercado de moda español sino que ese hueco es un flamante primer puesto por número de clientes, por delante de la enseña patria Zara y dejando en tercer y cuarto puesto a H&M y C&A. Su cuota de mercado alcanza el 8,4% o, lo que […]
Dirigentes Digital
| 30 may 2016
Primark no sólo se ha hecho un hueco en el mercado de moda español sino que ese hueco es un flamante primer puesto por número de clientes, por delante de la enseña patria Zara y dejando en tercer y cuarto puesto a H&M y C&A. Su cuota de mercado alcanza el 8,4% o, lo que es lo mismo, más de ocho de cada cien prendas que se compran en España se adquieren en un establecimiento de Primark, según datos de la consultora Kantar Worldpanel.
En la actualidad, cuenta con 41 establecimientos en España, entre los que destaca el que abrió el año pasado en la Gran Vía de Madrid, la superficie comercial monomarca más grande de España, sólo superada en tamaño por los grandes almacenes de El Corte Inglés.
Sus 7.300 trabajadores hacen de España el segundo mercado para Primark, tan sólo superado por Reino Unido (164) y por delante de su país de origen, Irlanda (36), donde opera bajo la marca Penneys.
Según datos de Kantar Worldpanel, Primark se ha convertido en la cadena de moda número uno en España por número de compradores, con más de 8,9 millones de clientes en 2015, seguida de cerca de Zara (Inditex), con 8,2 millones de compradores aunque con 449 tiendas en el territorio nacional. El tercer y cuarto puesto lo ocupan la sueca H&M y a la alemana C&A, con 6,5 y 4,8 millones de clientes, respectivamente. El "top 5" lo completa Stradivarius, también de Inditex y en la que el año pasado compraron 4,7 millones de compradores.
Precios bajos, baja calidad
A pesar de las magníficas cifras, en estos diez años Primark ha sido objeto de críticas como la campaña que en 2014 denunciaba condiciones laborales degradantes. Mensajes ocultos en prendas de ropa comercializadas en Gales e Irlanda del Norte rezaban "Forzado a trabajar durante horas agotadoras" o "Condiciones de trabajo degradantes".
Al margen de este hecho puntual, la estrategia de Primark, basada en precios muy bajos a baja calidad, diseños sencillos y nula inversión en marketing y publicidad ha surtido efecto entre los clientes españoles.