"La Unión Económica y Monetaria europea necesita fundamentos sólidos, entre otras cosas para conseguir una mayor resistencia ante futuras perturbaciones y afrontar los desafíos mundiales que se avecinan… Tenemos las reglas, simplemente debemos utilizarlas mejor. Mirando hacia adelante, en los próximos dos años podremos alcanzar un consenso que nos permita introducir nuevos cambios de mayor […]
Dirigentes Digital
| 22 oct 2015
"La Unión Económica y Monetaria europea necesita fundamentos sólidos, entre otras cosas para conseguir una mayor resistencia ante futuras perturbaciones y afrontar los desafíos mundiales que se avecinan… Tenemos las reglas, simplemente debemos utilizarlas mejor. Mirando hacia adelante, en los próximos dos años podremos alcanzar un consenso que nos permita introducir nuevos cambios de mayor alcance, que serán necesarios para completar nuestra Unión", declaró en rueda de prensa Valdis Dombrovskis, vicepresidente responsable del Euro y el Diálogo Social.
La Unión Financiera podría estar lista en 2017, cuando concluya la primera etapa de la UEM. Una de las medidas hasta entonces pasa por la creación de un sistema europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés). El borrador estaría listo a finales de año y serán los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea quienes den el visto bueno a la medida o pidan una modificación o retraso.
En el último encuentro de líderes, que tuvo lugar en Bruselas el pasado 15 de octubre, los Veintiocho hicieron una mención especial a la Unión Monetaria, pero de borrador en borrador fueron restando importancia a su implementación. Parece que no hay voluntad por el momento, al menos de forma inmediata, de considerar una prioridad urgente esta medida, dada la situación que está viviendo la UE a otros niveles, como en el caso de la crisis de los refugiados.
Sin embargo, la Comisión sigue trabajando en uno de los proyectos que busca fortalecer Europa. Concretamente, incluye las siguientes medidas:
1. Reforzar la representación exterior de la eurozona.
La Comisión pretende que haya una sola voz que hable de la eurozona ante los organismos internacionales, que defienda intereses comunes. Así, propone avanzar hacia una representación unificada de los países del euro en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estaría representada por quien ostentara el cargo del presidente del Eurogrupo.
2. Pasos hacia la Unión Financiera
Bruselas quiere completar la Unión Bancaria. Y una de las piezas que le encajaría para completar el puzzle es un sistema común de garantía de depósitos. "Esto garantizará la seguridad de los depósitos bancarios de los ciudadanos, con independencia de su situación geográfica", señala la comunicación, con el objetivo de reducir los niveles de riesgo, asegurar la igualdad de condiciones de competencia en el sector bancario y limitar el mecanismo de retroalimentación bancos-deuda soberana. Por último, junto con la Unión Bancaria, la Unión de Mercados de Capitales también será una prioridad.
3. Más atención a lo social
Conseguir una economía más social es otra de las prioridades de la Comisión. Buscará que los interlocutores sociales tengan un papel protagonista en los nuevos programas de ajuste macroeconómico, como asegura ha hecho ya con Grecia.
4. Mejorar la gobernanza económica
La Comisión propone la creación de consejos nacionales de competitividad y de un consejo fiscal europeo consultivo, que se encargará de evaluar la puesta en marcha del marco fiscal en la UE y de ofrecer consejo a la zona euro en su conjunto. Este Consejo será un organismo funcionalmente independiente compuesto por cinco expertos y tendrá por sede la Comisión. Asimismo, Bruselas propondrá mejorar la transparencia con arreglo a la normativa existente, aunque se reserva el derecho de ver si son necesarios nuevos cambios legislativos.