110 días después de las elecciones, este viernes comienza a atisbarse una posible coalición de gobierno en Alemania. Tras fracasar en su intento de gobernar junto a verdes y liberales, la canciller en funciones Angela Merkel podría estar a punto de reeditar su “Gran Coalición” con el principal partido de la oposición. Así lo afirma […]
Dirigentes Digital
| 12 ene 2018
110 días después de las elecciones, este viernes comienza a atisbarse una posible coalición de gobierno en Alemania. Tras fracasar en su intento de gobernar junto a verdes y liberales, la canciller en funciones Angela Merkel podría estar a punto de reeditar su “Gran Coalición” con el principal partido de la oposición. Así lo afirma la agencia Reuters, que asegura que, después de una semana de negociaciones y tras un encuentro de más de 20 horas, el partido conservador CDU de Merkel y los socialdemócratas del SPD, dirigidos por el expresidente de la Eurocámara, Martin Schulz, han alcanzado este viernes un principio de acuerdo de gobierno. El medio asegura que se trataría de un acuerdo marco que da pie a comenzar una negociación más concreta que reedite la “Gran Coalición“, fórmula bajo la que ambos partidos, los más votados del país y opuestos ideológicamente, unieron sus escaños la pasada legislatura para gobernar el país. El veto impuesto por los conservadores al reagrupamiento familiar de inmigrantes, que se impuso en 2016 y caduca en los próximos meses (la CDU quiere mantenerlo y el SPD retirarlo definitivamente), y la cuantía del impuesto a las grandes fortunas (el SPD propone elevarlo 3 puntos al 45%), son los principales escollos para un posible acuerdo. Al mismo tiempo, algunos acuerdos parciales en materia económica y ambiental se han ido filtrando a la prensa para transmitir una sensación de avance en una negociación que se está demorando más que ninguna otra en la historia reciente del país germano. Este viernes se agota precisamente el plazo dado por ambos partidos para llegar a un acuerdo, lo que aumenta la sensación de urgencia. Además, ambas partes tendrán que vencer las resistencias internas a reeditar el acuerdo transversal de gobierno, al que muchos en la CDU y el SPD atribuyen los malos resultados electorales cosechados en septiembre. La CDU ha vuelto a la mesa de negociación con el SPD a pesar de que ambos partidos negaron en plena resaca electoral que fuesen a volver a formar gobierno juntos. Sin embargo, el fracaso de las negociaciones de los conservadores con los Verdes y el Partido Liberal (FPD), han forzado este acercamiento. Los resultados de las elecciones federales del 24 de septiembre han complicado la aritmética de pactos. Los dos principales partidos se han mantenido en cabeza, pero cosechando sus peores resultados en seis décadas y abriendo paso al ascenso del partido ultraderechista Alternativa por Alemana (AfD). Pese a que AfD se ha colocado como tercer partido más votado, no cuenta para el cálculo de coaliciones, debido al pacto entre todos los partidos alemanes, el llamado “cordón sanitario” vigente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que excluye a las formaciones xenófobas o neonazis de cualquier negociación. La irrupción de la extrema derecha en el Bundestag condiciona ahora los próximos movimientos. Desde el SPD atribuyen su crecimiento a la Gran Coalición, que ha abierto espacio a la derecha de la CDU para un partido que propone expulsar a todos los refugiados y revocar las políticas de derechos humanos auspiciadas por Merkel. En la CDU, en cambio, se considera más arriesgada la posibilidad de que la falta de consenso provoque la repetición de las elecciones, ya que se presume que AfD podría rentabilizar en votos la incapacidad de los partidos tradicionales para ponerse de acuerdo. Todo ello, además, en un momento crítico en la Unión Europea, en plenas negociaciones con Reino Unido sobre el Brexit y con un partido de extrema derecha de nuevo como socio de gobierno de los conservadores en la vecina Austria.