Los inversores tienen una cierta idea, pero no las tienen todas consigo sobre qué anunciará el Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves. Algunos agentes del mercado defienden estos días que el BCE esperaría todavía algún tiempo antes de actuar, para comprobar si las medidas no convencionales adoptadas en la reunión de junio surtían efecto. […]
Dirigentes Digital
| 28 ago 2014
Los inversores tienen una cierta idea, pero no las tienen todas consigo sobre qué anunciará el Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves.
Algunos agentes del mercado defienden estos días que el BCE esperaría todavía algún tiempo antes de actuar, para comprobar si las medidas no convencionales adoptadas en la reunión de junio surtían efecto.
Estos analistas apuntan a que únicamente en el caso de que la inflación de la Zona Euro en agosto volviera a descender con fuerza, el BCE se decantaría la semana que viene por poner en marcha un programa de compra de valores respaldados por activos (ABS, en sus siglas en inglés), como señalan los analistas de Link Securities.
En este contexto, las palabras del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, afirmando que el presidente del BCE, Draghi, había sido malinterpretado la semana pasada cuando habló en Jackson Hole, sirvieron para enfriar los ánimos de los inversores momentáneamente, lo que se dejó notar en el comportamiento de las bolsas.
"Sin embargo, poco después, las noticias confirmadas por el BCE de que esta institución había contratado a una filial de la gestora de fondos BlackRock para que le asesorara en la elaboración de un potencial programa de adquisición de titulizaciones de activos (ABS) hicieron que las bolsas giraran al alza, mientras que los bonos soberanos de la Zona Euro seguían escalando posiciones", comentan los analistas de Link Securities.
Estos expertos creen que "es evidente que tanto los mercados de bonos como los de renta variable europeos están descontando una pronta actuación del BCE, animados por las palabras de Draghi la semana pasada. Nuestra opinión ha venido siendo la de que el BCE esperaría todavía algún tiempo antes de actuar".
Sin embargo, puntualizan que "la fuerte presión de los mercados financieros, la pérdida a marchas forzadas de la confianza de empresarios y consumidores en la Zona Euro, la debilidad mostrada en el segundo trimestre por economías como la francesa y la italiana, incluso por la alemana; la amenaza cada vez mayor de que la deflación se instale definitivamente en la región; y las consecuencias en la economía de la Zona Euro de un posible enquistamiento de la crisis ucraniana, es factible que lleven al BCE a adelantar sus planes y a poner en marcha la semana que viene un programa de compra de activos en los mercados secundarios similar a los llevados a cabo por la Reserva Federal(Fed) de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra (BoE) y el de Japón (BoJ)".
¿Y qué pasaría después?
"La más que previsible oposición de Alemania a esta medida creemos que será en esta ocasión menos radical dado los problemas por los que está atravesando su propia economía y los que puede llegar a tener dada la pérdida alarmante de confianza de todos los agentes que la conforman", explican en Link Securities.
Por tanto, y hasta que se reúna el Consejo de Gobierno del BCE el próximo jueves 4 de septiembre, los mercados financieros europeos actuarán condicionados por la posibilidad de que esta institución adopte nuevas medidas para impulsar el crecimiento económico en la región del euro. De no ser así, y decidir el BCE posponer su actuación, los inversores sufrirán una fuerte decepción lo que llevará a las bolsas, con casi toda seguridad, a ceder gran parte del terreno recuperado en las últimas semanas, concluyen estos expertos.