Por el momento, indican estos expertos, ambas parecen "desinflarse gradualmente", pero las señales que apuntan a una resolución desordenada "nos lleva a ser aún más pesimistas sobre las perspectivas para 2016". Echando un vistazo a la historia, las cifras son ciertamente preocupante, pues, tal y como indica la firma, el ratio de crédito/PIB se ha […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2015
Por el momento, indican estos expertos, ambas parecen "desinflarse gradualmente", pero las señales que apuntan a una resolución desordenada "nos lleva a ser aún más pesimistas sobre las perspectivas para 2016".
Echando un vistazo a la historia, las cifras son ciertamente preocupante, pues, tal y como indica la firma, el ratio de crédito/PIB se ha incrementado en cerca de un 40% en la década comprendida entre 2005 y 2014. En el caso de la vivienda, afirman, la "burbuja es más extrema", los precios se han triplicado en Río de Janeiro y Sao Paulo entre 2008 y 2015. "Si bien el aumento de los ingresos y de la financiación hipotecaria ayuda a explicar parte de este aumento, la magnitud del mismo es difícil de justificar", subrayan.
Ahora bien, en los últimos seis meses el crecimiento del crédito se ha reducido desde más de un 25% anual es 2011 a apenas un 5,2% en octubre; mientras las valoraciones de las viviendas han tocado techo.
La cuestión clave es, ¿qué va a pasar ahora? "La desaceleración del crédito y los precios inmobiliarios ha contribuido sin duda a la pérdida de momentum de la economía brasileña" y este lastre continuará pesando un tiempo todavía sobre la actividad del país, explican estos analistas.
La "noticia positiva" (al menos hasta el momento) es que ninguna "burbuja ha estallado causando graves daños económicos. La recesión en Brasil se debe en gran parte por el deterioro en las condiciones comerciales y la parálisis empresarial. No hay pruebas de estrés generalizado en el sector financiero y la morosidad permanecerá baja y estable".
A pesar de ello, concluyen, "estas son las principales áreas a vigilar en los próximos meses", pues más allá de los juicios políticos, el desarrollo abrupto de estas burbujas "podría ser el desencadenante de un nuevo latigazo a la baja para su economía".